La cosa más tonta
Publicado: Sab, 20 Sep 2014 15:42
Nunca dos tazas de café
fueron tan graciosamente violentas.
Tal vez
como los trenes que no pasaron,
ya sabes,
esa mañana sobre las once.
Nos saludamos brutalmente extrañas
dando un salto del revés
con un hombre bajo el brazo.
Siendo la voz de nadie,
-ni la propia cuando llueve-
sin pretender ser estaño
ni fuego.
¿Dónde vamos con esa angustia
metida en los zapatos?
Victoria,
es que no hay guerra,
no hay cohetes atómicos
ni una bala sobre el cielo.
No conozco ni me gustan las trincheras.
Me encantan las sonrisas,
extender los brazos
haya o no haya plumas,
apoyarme en muros de letras
con un par de gin-tonics.
No hablo de aburrimiento,
no mato al tiempo aunque él a mi si.
No hablo ni hago el amor con letra pequeña
como tampoco hago la cama si se alarga la noche.
Es verdad que me desvelo,
me revelo con un par de cafés y esas cosas,
me enfundo los vaqueros y suelo ir al trabajo,
leo el periódico y como muchos otros, aguanto.
Tu mejor que nadie
sabes que la vida es más que una historia,
quizá por eso,
-y ya ves qué cosa mas tonta-
no me gusta retar a las costumbres.
Respeto a los felices y a las patas de gallo,
no me dicen nada de mucho
todas aquellas heridas que me mandan,
es difícil, pero una puede acostumbrarse.
No soy coleccionista de obstáculos
sabes que tiendo a caerme demasiado.
No soy el comodín de la llamada,
no juzgo,
sin embargo,
nadie puede salvar el territorio
que uno mismo araña.
fueron tan graciosamente violentas.
Tal vez
como los trenes que no pasaron,
ya sabes,
esa mañana sobre las once.
Nos saludamos brutalmente extrañas
dando un salto del revés
con un hombre bajo el brazo.
Siendo la voz de nadie,
-ni la propia cuando llueve-
sin pretender ser estaño
ni fuego.
¿Dónde vamos con esa angustia
metida en los zapatos?
Victoria,
es que no hay guerra,
no hay cohetes atómicos
ni una bala sobre el cielo.
No conozco ni me gustan las trincheras.
Me encantan las sonrisas,
extender los brazos
haya o no haya plumas,
apoyarme en muros de letras
con un par de gin-tonics.
No hablo de aburrimiento,
no mato al tiempo aunque él a mi si.
No hablo ni hago el amor con letra pequeña
como tampoco hago la cama si se alarga la noche.
Es verdad que me desvelo,
me revelo con un par de cafés y esas cosas,
me enfundo los vaqueros y suelo ir al trabajo,
leo el periódico y como muchos otros, aguanto.
Tu mejor que nadie
sabes que la vida es más que una historia,
quizá por eso,
-y ya ves qué cosa mas tonta-
no me gusta retar a las costumbres.
Respeto a los felices y a las patas de gallo,
no me dicen nada de mucho
todas aquellas heridas que me mandan,
es difícil, pero una puede acostumbrarse.
No soy coleccionista de obstáculos
sabes que tiendo a caerme demasiado.
No soy el comodín de la llamada,
no juzgo,
sin embargo,
nadie puede salvar el territorio
que uno mismo araña.