Editorial Alaire

Ella azuza a mis perros de sombra hasta morderme
el alma
Hiende una profecía azul en mi costado
Y yo sangro raíces demacradas
palabras derrocadas
auroras de noviembre
Y pronuncio una luz entre dientes
para deshabitarla
porque allá
muy adentro
hay ciudades fantasma y espejismos
de acero
hay sueños lapidarios y una intensa humareda
de luciérnagas ebrias.

No
no te quiero parir
hija de mis derrotas
Te desafío a la mudez
de mis manos
No necesito nombres de cristal que se quiebren
ni voz que me sostenga en pie
ni verbos que me abracen

Ella agita sueños por bandera
se duele
contonea sus caderas de Búsqueda
reverdece el musgo
del ayer en mis sesos
para que tiernamente me recueste en su fango

-Ven, amor, soy tu amante de hiel
tu parto lento y quedo
la cruz en tu garganta
la flecha que atraviesa tu alma con su ira
Soy el monstruo que oculta su cáncer de silencios
La mariposa danzando junto al fuego que abrasará tus alas-

Y acuden sirenas de tinta a navegarme
a abordar otras islas
prohibidas o recónditas

Y me dejo matar por su querer ciclónico

En su cuna de piedra mezo mi canto roto.

Rosa Marzal escribió:Ella azuza a mis perros de sombra hasta morderme
el alma
Hiende una profecía azul en mi costado
Y yo sangro raíces demacradas
palabras derrocadas
auroras de noviembre
Y pronuncio una luz entre dientes
para deshabitarla
porque allá
muy adentro
hay ciudades fantasma y espejismos
de acero
hay sueños lapidarios y una intensa humareda
de luciérnagas ebrias.

No, no te quiero parir, hija de mis derrotas
Te desafío a la mudez
de mis manos
No necesito nombres de cristal que se quiebren
ni voz que me sostenga en pie
ni verbos que me abracen

Ella agita sueños por bandera
se duele
contonea sus caderas de Búsqueda
reverdece el musgo
del ayer en mis sesos
para que tiernamente me recueste en su fango

-Ven, amor, soy tu amante de hiel
tu parto lento y quedo
la cruz en tu garganta
la flecha que atraviesa tu alma con su ira
Soy el monstruo que oculta su cáncer de silencios
La mariposa danzando junto al fuego que abrasará tus alas-

Y acuden sirenas de tinta a navegarme
a abordar otras islas
prohibidas o recónditas

Y me dejo matar por su querer ciclónico

En su cuna de piedra mezo mi canto roto.

... un espléndido despliegue de cualidades, Rosa, lo cual tanto alegra, compañera poeta; te felicito muy sinceramente y te saludo, Orión

Zas, uno de esos casos en que el lector manido se sí mismo lee el título y halla raíles. Uno se deja ir por el discurso y empieza a encontrar los hitos, las pompas del rapto, las burbujas de la mordaza; los principios de la asfixia pero también de la cesión, de la entrega, el oxígeno que exahala el leviatán por una comisura de la boca con ese poder de quien traslada el centro adonde quiere. Me llevó con una claridad asomobrosa, directo a una situación, a un belén que tuve, donde no era posible separar al niño Jesús de su cuna de piedra; había otras piezas, otros belenes, donde sí, el niño era una pieza separada de la cuna, pero esos eran belenes muertos, desmontables. En los belenes de verdad la cuna era de plástico, y el niño, pero siempre veía al niño como un relieve, un capricho orográfico de la cuna de plástico que representaba a la piedra, con un niño de piedra que no podía salir, de la piedra ni del plástico, ni crecer, ni morir, como dos palabras unidas. Bárbaro este poema, Rosa. Impresionante. Abrazos.

Ju, y ahora las palabras se descosieron, pero como dijo Freud, nunca se habla en broma, ni los errores son ficción. Lo digo en broma. Más abrazos.

Todo dicho, Rosa, qué más se podría agregar a un poema REDONDO y cíclico
donde todo empieza y concluye en su centro.
EXCELENTE, felicitaciones, poeta.

Con admiracion.... Mitsy, cordialmente.

Un gran poema, querida amiga. Rebosa gran imaginería lírica, y todo se maneja con maestría.
Fuerza poética de altura.

Todo un placer de lectura.

Bicos.

Un poema de gran profundidad y lirismo. Un lujo leerte, Poeta
Besos
Pilar

El territorio que caminan tus versos Rosa va arañando surcos que adquieren vida, y la tierra se duele y se sorprende y zarandea como en aspas a las conciencias y arrastra con una fuerza inusitada. La ultima elección nos pertenece.
Un lirismo inalcanzable y una poética de una intensidad y un nivel inmensos.
Besos Rosa, que bueno, que bueno leerte.

Después de leer Cuna de Piedra, una piensa: habrá que reconquistar el lenguaje para poder decir algo digno de tanta poesía; luego te alcanza poco a poco, con intensidad inestimable el dolor de nacer de nuevo después de haber nacido; el granito helado, la piedra dura, el llanto condensado en la materia, en la nueva ascua de respirar. La voz en cursiva y delimitada con guiones es asombrosamente clara, índiga, convincente.

Reverencias, querida poeta; un lujo tenerte con nosotros.

Beso grande y felicidad.

Rosa Marzal escribió:Ella azuza a mis perros de sombra hasta morderme
el alma
Hiende una profecía azul en mi costado
Y yo sangro raíces demacradas
palabras derrocadas
auroras de noviembre
Y pronuncio una luz entre dientes
para deshabitarla
porque allá
muy adentro
hay ciudades fantasma y espejismos
de acero
hay sueños lapidarios y una intensa humareda
de luciérnagas ebrias.

No
no te quiero parir
hija de mis derrotas
Te desafío a la mudez
de mis manos
No necesito nombres de cristal que se quiebren
ni voz que me sostenga en pie
ni verbos que me abracen

Ella agita sueños por bandera
se duele
contonea sus caderas de Búsqueda
reverdece el musgo
del ayer en mis sesos
para que tiernamente me recueste en su fango

-Ven, amor, soy tu amante de hiel
tu parto lento y quedo
la cruz en tu garganta
la flecha que atraviesa tu alma con su ira
Soy el monstruo que oculta su cáncer de silencios
La mariposa danzando junto al fuego que abrasará tus alas-

Y acuden sirenas de tinta a navegarme
a abordar otras islas
prohibidas o recónditas

Y me dejo matar por su querer ciclónico

En su cuna de piedra mezo mi canto roto.

Tu poder de creación es grande, querida Rosa, un placer leerte, ERA

Muy bello poema de Rosa.

Hay pasión, hay ritmo, hay música, yo de poesía no sé ni quiero saber, pero si de visiones, de hostias y patadas dulces contra el abismo. Y aquí las siento.

Cristián

Hermoso canto a la vida. Pulso a muerte del que la protagonista del poema tiene todas las papeletas para ganar. Apuesto a ello.
Buenas imágenes y buen ritmo.

Recibe un cordial saludo.

Fabuloso poema, Rosa. Mis aplausos.

Un abrazo.