Mi inteligencia pragmática
Publicado: Sab, 10 May 2008 18:30
(Es importante leer este poema con el ruido de un aspirador en la habitación contigua. Enchúfelo a la potencia suficiente, déjelo actuar y vuelva al espacio donde tenga el texto para proceder a su lectura. Gracias.)
Mi inteligencia pragmática
me ha llevado a comer arroz hervido
viendo telefilmes sobre niñas secuestradas.
Luego,
en La Pantera Rosa del Rayo
(aprovecho para recomendarles a todos,
la visita a este bar,
donde destacan los admirables frescos del techo
con retratos de importantes personajes
del siglo XX
como Bertín Osborne
o Lina Morgan,
Calle de las Infantas 21, Madrid)
le confieso mis pecados
a mi mejor amigo
"Ave María Purísima"
"Sin pescado con cebolla"
"Allende (Nombre ficticio) me besó"
Nos enamoramos de todas las mujeres del bar,
especialmente de una negra preciosa
y su amiga,
ponemos la oreja,
han resultado ser gilipollas,
son perfectas.
Pero míranos,
abándonados por las mujeres que amábamos,
rellenando los vasos con botellas
compradas en el Día,
debatiendo sobre Andrés Pajares.
Nos vamos.
Nos vamos a bailar.
(No sería sincero
si relatara el resto
porque no lo recuerdo,
tengo un pequeño flash
de un hombre que nos hablaba de barcos)
He soñado algo tan bucólico
que mi intelgencia pragmática lo ha difuminado.
Rodrigo (nombre real) pasa el aspirador,
Me concentro en su sonido de mar.
El mar con dos mujeres que nos amen
rellenando con arena las copas de cristal.
Mi inteligencia pragmática
me ha llevado a comer arroz hervido
viendo telefilmes sobre niñas secuestradas.
Luego,
en La Pantera Rosa del Rayo
(aprovecho para recomendarles a todos,
la visita a este bar,
donde destacan los admirables frescos del techo
con retratos de importantes personajes
del siglo XX
como Bertín Osborne
o Lina Morgan,
Calle de las Infantas 21, Madrid)
le confieso mis pecados
a mi mejor amigo
"Ave María Purísima"
"Sin pescado con cebolla"
"Allende (Nombre ficticio) me besó"
Nos enamoramos de todas las mujeres del bar,
especialmente de una negra preciosa
y su amiga,
ponemos la oreja,
han resultado ser gilipollas,
son perfectas.
Pero míranos,
abándonados por las mujeres que amábamos,
rellenando los vasos con botellas
compradas en el Día,
debatiendo sobre Andrés Pajares.
Nos vamos.
Nos vamos a bailar.
(No sería sincero
si relatara el resto
porque no lo recuerdo,
tengo un pequeño flash
de un hombre que nos hablaba de barcos)
He soñado algo tan bucólico
que mi intelgencia pragmática lo ha difuminado.
Rodrigo (nombre real) pasa el aspirador,
Me concentro en su sonido de mar.
El mar con dos mujeres que nos amen
rellenando con arena las copas de cristal.