Editorial Alaire

A Bruno Laja


Vibra la luz en cajas de relámpagos
con serpientes de lenguas de ceniza
que a gusto mataríamos
integrando la sombra caprichosa
que nos coloca en jaque ante la muerte.

Se contraen los espejos del temor
mientras el alma persigue la cordura.

Se mueven los espacios de la piel
sobre cuerpos y mundos del delirio.

El vuelo del espíritu concibe
caminos sumergidos en el llanto,
columpios de locura
y una mirada suave entre las alas.

Un reloj alucina en su rincón
al tiempo que soñamos que existimos.


Ana Muela Sopeña

Ana, profunda devoción siento por tu versar, que se me hace cuasi místco, tal un templo de signos con sentido e imágenes líricas que semejan deidades.
Por ello, te admiro.... poetisa. Enhorabuena.

Con cariño y admiración, Mitsy

Elocuente poema intimista bien armado de reflexiones sobre la soledad y el sentimiento de desamparo. Felicitaciones, Ana.
Salud.

Hermoso poema amiga, como los que nos tienes acostumbrados, es un placer leerte, un beso.

Uff Ana. Hay mucho tras estas letras. Leo entre lineas, adivino. Los versos van componiendo sentencias sobrecogedoras. Certeros, dan en la diana una y otra vez. Mucha sensibilidad y valentía, un lujo leerte.
Besos poeta

Un profundo vuelo interior con una bella dedicatoria para Bruno. Me fascinan los territorios por los que discurren tus versos, Ana. Precioso poema. Mi felicitación, amiga, y un abrazo.

Columpios de locura, columpios donde el equilibrio abandona su bagaje. Saeta exacta. Bueno, Ana, no sé cómo agradecerte. Todos los abrazos, y toda la fuerza, y mis mejores deseos. Cómo no iba a gustarme.

Gracias, Mitsy:

Eres muy amable con mis versos.

Abrazos
Ana

Escribes desde la intimidad con hermosos versos. Un gusto leerte
Besos
Pilar

Me ha encantado, Ana. Hay mucha fuerza expresiva y una simbología riquísima en cada verso. Mecernos desde el útero hasta los grados más profundos de confianza.

Entrañable y hermosa la dedicatoria para nuestro amigo Bruno.

Aplausos sonoros; abrazo enorme para los dos.

Precioso poema. Una gran dedicatoria sin duda. ...me encantó.

Mi sincera felicitación, Ana. Un abrazo amiga.

Nos columpiamos, amiga, entre la vida y la muerte; es la más grande realidad
Todo cuanto se diga más allá de esto son tus lenguas ceniza serpentina para según qué oídos... y qué momentos.
¡UUUuuffffff! cuando uno oscila en el ámbito existencialista el estado anímico marca el sendero. En estas letras por demás angosto.