así funciona
Publicado: Dom, 07 Sep 2014 0:40
.
así funciona
La salud, este sueño vasto asombrado impar de hojas ceniza
donde queda la oscuridad. Algo que resbala hacia dentro
sus voces bajas mis coherencias. Este grado de conciencia
donde un momento cualquiera tuvo peso. La costumbre
de mentir. El color de los cedros en esto. Algo en el estómago
que dormido envuelve mis conjugaciones. Esta forma de hablar
donde todo se puede ya que no hay latidos inocentes.
Guardar de los cuerpos la tibieza,
seguir porque es un modo de cielo,
cada quien descubrirá algo en lo que intente creer
y un poco menos que decir queda flojo, acusa al fin una repetición,
una brisa que se ha detenido carcome hasta el fondo el líquido que
sostiene el aire. Se ha mojado el mundo hundido acaso sobrio,
se llenó de pausas en un margen del frío. Un vidrio inventa
la hora y todo se calla nítido si un murmullo vuelve
a aparecer delicado donde aún no ha llovido,
el cuello renuncia, la espalda hace su parte,
los dedos se mueven lento, si no saben es que sienten,
un golpeado oleaje guarda formas del rocío
que han visto amanecer aún siendo ellos los rincones.
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así funciona
La salud, este sueño vasto asombrado impar de hojas ceniza
donde queda la oscuridad. Algo que resbala hacia dentro
sus voces bajas mis coherencias. Este grado de conciencia
donde un momento cualquiera tuvo peso. La costumbre
de mentir. El color de los cedros en esto. Algo en el estómago
que dormido envuelve mis conjugaciones. Esta forma de hablar
donde todo se puede ya que no hay latidos inocentes.
Guardar de los cuerpos la tibieza,
seguir porque es un modo de cielo,
cada quien descubrirá algo en lo que intente creer
y un poco menos que decir queda flojo, acusa al fin una repetición,
una brisa que se ha detenido carcome hasta el fondo el líquido que
sostiene el aire. Se ha mojado el mundo hundido acaso sobrio,
se llenó de pausas en un margen del frío. Un vidrio inventa
la hora y todo se calla nítido si un murmullo vuelve
a aparecer delicado donde aún no ha llovido,
el cuello renuncia, la espalda hace su parte,
los dedos se mueven lento, si no saben es que sienten,
un golpeado oleaje guarda formas del rocío
que han visto amanecer aún siendo ellos los rincones.
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