Editorial Alaire

Un año verde entre el hollín, una silueta
fija por la maduración de la respiración contenida,
repeliéndose, tan reluctante con los bordes
de negro creciente, que parece una semilla
vieja entre las encías, a la sombra de los dientes
que mastican el fantasma de un rayo de trigo
sin un sólo movimiento que delate a la tierra.
Vivir eternamente en un lugar de paso,
entre caminos colgantes como velos huecos
que se ofrecen para ser lamidos
con media voz fuera de la lengua y las pisadas.
Como el bruxismo de la quieta lámina en que el agua
procede a desaparecer con su materia al hombro de las aves
en el instante en que abandonan su semejanza con el pájaro;
vivir así, desapropiándose, extendiendo una llamada
sin convocar a la espuma,
sin agitar la hondura insignificante.

Bruno Laja escribió:Un año verde entre el hollín, una silueta
fija por la maduración de la respiración contenida,
repeliéndose, tan reluctante con los bordes
de negro creciente, que parece una semilla
vieja entre las encías, a la sombra de los dientes
que mastican el fantasma de un rayo de trigo

sin un sólo movimiento que delate a la tierra.
Vivir eternamente en un lugar de paso,
entre caminos colgantes como velos huecos
que se ofrecen para ser lamidos
con media voz fuera de la lengua y las pisadas.
Como el bruxismo de la quieta lámina en que el agua
procede a desaparecer con su materia al hombro de las aves
en el instante en que abandonan su semejanza con el pájaro;
vivir así, desapropiándose, extendiendo una llamada
sin convocar a la espuma,
sin agitar la hondura insignificante.

Un espíritu noble y amoroso libera en su centro este Vivir; se hace verde, hoja tibia, inflexión, certeza, arrojo.

Madre mía, qué belleza.

Abrazo y felicidad.

PD: ya lo había leído en la tarde en tu blog.

Vivir en ese instante fugaz, liviano... precioso y profundo poema, querido Bruno. Te felicito. Abrazos, amigo.

Vivir... desaparecer en ecuaciones que no sean regaladas. Tienes la extraordinaria aptitud de hacer de la materia un instrumento dócil, deformas el levitar de la idea, como una lluvia del polen, como si vivieramos debajo de una flor cuando te leemos, me dejas esa sensación de ser diminuto y tener al mi alcance una voz de oráculo que da respuestas, la tuya. Abrazo y felicitaciones, amigo.

Excelnte poema, fué un gusto leerte !!!

Bill Evans, - domingo de mañana - On green dolphin street - vivir así, desapropiándose, extendiendo una llamada, sin convocar a la espuma,
sin agitar la hondura insignificante

Hermoso e interesante trabajo de Bruno.

Bruno Laja escribió:Un año verde entre el hollín, una silueta
fija por la maduración de la respiración contenida,
repeliéndose, tan reluctante con los bordes
de negro creciente, que parece una semilla
vieja entre las encías, a la sombra de los dientes
que mastican el fantasma de un rayo de trigo
sin un sólo movimiento que delate a la tierra.
Vivir eternamente en un lugar de paso,
entre caminos colgantes como velos huecos
que se ofrecen para ser lamidos
con media voz fuera de la lengua y las pisadas.
Como el bruxismo de la quieta lámina en que el agua
procede a desaparecer con su materia al hombro de las aves
en el instante en que abandonan su semejanza con el pájaro;
vivir así, desapropiándose, extendiendo una llamada
sin convocar a la espuma,
sin agitar la hondura insignificante.

Ahora y aquí. Suena fácil y realmente su esplendor es en la infancia sana. Que conmovedoras son tus imágenes, Bruno. Ellas mismas se transforman a medida que se leen. Es esa instantaneidad del momento en fuga que nos hace detener el tiempo en la contemplación de las cosas. Es esa relatividad de la que Einstein nos habla. Excelente disertación poética que expresa la entera gama emocional e intelectual del ser humano de pie frente al ventarrón del tiempo. Un abrazo, ERA