Editorial Alaire

… fuerzas mías, no os encerréis ni detengáis nunca, y no, jamás os rindáis ni dobleguéis, jamás, jamás;
la verdad subyace entre silencios de ingentes proporciones que rompen, cual rumores de astros,
en alta, en altísima música y frecuencia ¿ lo recordáis…?
sí, fuisteis una vez;
... hemos caído y caído hacia el dolor, la soledad y la muerte,
perdido el esplendor de las fuentes y olvidado el poder,
el espacio/tiempo,
la luz,
la resurrección,
y así, así nuestra progenie o flor de eternidad;
¡… ah, pues, la búsqueda de vida, ah el corazón del divino guerrero empuñando la espada y llorando,
ah el viento huracanado, la opacidad de la piedra, y ah, ah el oficio sináptico y mimético del frío !
¡… aquí el XXI: los poetas/fuego se rebelan contra el poso del alma y de la historia,
ellos, ellos son los nuevos paladines;
por tanto, y con sus lumbres vivas y en alto, díganme, quién, quién podrá detenerlos… !

http://www.oriondepanthoseas.com

Estoy de acuerdo contigo amigo, no nos detendrán, ni la injusticia, ni la intolerancia, ni la corrupción, ni la guerra, nadie, nadie, sólo la belleza de un poema como el tuyo, un abrazo.

¡… aquí el XXI: los poetas/fuego se rebelan contra el poso del alma y de la historia,
ellos, ellos son los nuevos paladines;
por tanto, y con sus lumbres en alto y vivas, díganme, quién, quién podrá detenerlos… !

Mensaje de luz y de sabiduría, amigo Orión!
La voz del poeta ( como ya te dije en otro
camino de poesía) puede ser más
poderosa que las armas!
Un placer leerte, siempre!
Besos
Maria Lua

Hola, Antonio, un poema hondo, como el silencio. Un canto humano y universal para recuperar el valor de la palabra, nuestro valor como personas. Un placer leerte.

Un abrazo.

Antonio Justel escribió:

… fuerzas mías, no os encerréis ni detengáis nunca, y no, jamás os rindáis ni dobleguéis, jamás, jamás;
la verdad subyace entre silencios de ingentes proporciones que rompen, cual rumores de astros,
en alta, en altísima música y frecuencia ¿ lo recordáis…?
sí, fuisteis una vez;
... hemos caído y caído hacia el dolor, la soledad y la muerte,
perdido el esplendor de las fuentes y olvidado el poder,
el espacio/tiempo,
la luz,
la resurrección,
y así, así nuestra progenie o flor de eternidad;
¡… ah, pues, la búsqueda de vida, ah el corazón del divino guerrero empuñando la espada y llorando,
ah el viento huracanado, la opacidad de la piedra, y ah, ah el oficio sináptico y mimético del frío !
¡… aquí el XXI: los poetas/fuego se rebelan contra el poso del alma y de la historia,
ellos, ellos son los nuevos paladines;
por tanto, y con sus lumbres vivas y en alto, díganme, quién, quién podrá detenerlos… !

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La fuerza poética lleva su propio arsenal de vida; lumbre y verbo, belleza y trascendencia.

Abrazos y mucha salud, querido poeta.

Magnífica la redacción de este poema lucha contra los inconvenientes propios
y los ajenos. Ahí está el poeta para dar significado al vigor de la palabra y poner la bandera de la rebelión al pie de la metáfora ambiciosa y aguerrida.

Un placer entrar en tu poema magnífico y magnético,

Un abrazo

Solo tras la experiencia se escribe así, tan hondo, tan humano. Me encanta leerte
Besos
Pilar

Todo un guerrero de la vida, Orión!!!
Así hablen, alguna vez, todos los hombres!
Tu hermoso poema, invita a empuñar la espada...del corazón.

Un abrazo grande, amigo.

Carmen

Muy bello poema de Antonio.

Antonio Justel escribió:

… fuerzas mías, no os encerréis ni detengáis nunca, y no, jamás os rindáis ni dobleguéis, jamás, jamás;
la verdad subyace entre silencios de ingentes proporciones que rompen, cual rumores de astros,
en alta, en altísima música y frecuencia ¿ lo recordáis…?
sí, fuisteis una vez;
... hemos caído y caído hacia el dolor, la soledad y la muerte,
perdido el esplendor de las fuentes y olvidado el poder,
el espacio/tiempo,
la luz,
la resurrección,
y así, así nuestra progenie o flor de eternidad;
¡… ah, pues, la búsqueda de vida, ah el corazón del divino guerrero empuñando la espada y llorando,
ah el viento huracanado, la opacidad de la piedra, y ah, ah el oficio sináptico y mimético del frío !
¡… aquí el XXI: los poetas/fuego se rebelan contra el poso del alma y de la historia,
ellos, ellos son los nuevos paladines;
por tanto, y con sus lumbres vivas y en alto, díganme, quién, quién podrá detenerlos… !

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No nos detendremos jamás! Un beso, Antonio. ERA

Qué hermoso canto, Antonio! Me ha encantado.
Un fuerte abrazo y feliz día,

Judit

Editorial Alaire

Rebelión poética

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