Editorial Alaire

Las voces de los niños, la blancura,
sinceridad de juego en su boca,
llegan como enredadera,
llenando el aire de savia.

Las voces de los niños ya no son mi espejo,
pero me gusta oírlas, sentirme en su burbuja
en esta tarde tibia.
Siento su luz en mis ojos
dibujando el iris de nostalgia,
y gotas de rocío
humedeciendo el pozo de mi cráneo.

Cómo vienen los ecos en veneros celestes
abrigados en risas del pasado;
traen en cada gesto un movimiento veloz
de vértebras
y las plazas marcadas en colores.
No hay fragilidad en su risa
sólo sonido franco
y gotas plenas de placer.

Hoy siento su fuerza antigua
y la impotencia que da el tiempo.

Lejos quedó el día que el reloj marcó
la hora de la huida
y me hizo arrinconar el sonido de su palabra.

Emotivo poema, Pilar. Un gusto leerte, amiga.
Un fuerte abrazo.

Muy bello y evocador poema, Pilar. Creo que a pesar del tiempo transcurrido quedan las huellas de lo que fuimos, algo de esa pureza, que permanece intacta en tus versos. Un beso, amiga.

Pilar Morte escribió:Las voces de los niños, la blancura,
sinceridad de juego en su boca,
llegan como enredadera,
llenando el aire de savia.

Las voces de los niños ya no son mi espejo,
pero me gusta oírlas, sentirme en su burbuja
en esta tarde tibia.
Siento su luz en mis ojos
dibujando el iris de nostalgia,
y gotas de rocío
humedeciendo el pozo de mi cráneo.

Cómo vienen los ecos en veneros celestes
abrigados en risas del pasado;
traen en cada gesto un movimiento veloz
de vértebras
y las plazas marcadas en colores.
No hay fragilidad en su risa
sólo sonido franco
y gotas plenas de placer.

Hoy siento su fuerza antigua
y la impotencia que da el tiempo.

Lejos quedó el día que el reloj marcó
la hora de la huida
y me hizo arrinconar el sonido de su palabra.

Oh! Pilar qué poderosa y bella realidad la de los niños, todos los niños, incluyendo a los que vamos envejeciendo. Maravillosa cacofonia. Un beso, ERA

Tu magnífico sentir inunda este poema con aquellas voces argentinas
de la sencillez dejaban eco en los atardeceres limpios de lo que fuimos,
de lo que viviste.

Un abrazo

Son muchos años de experiencias con los niños y entiendo esa especie de nostalgia. Creo que a la inmensa mayoría de quienes pasamos por las aulas como docentes, nos ocurre lo mismo. Salud, compañera.

Hermoso y sentido poema de Pilar.

Un canto a los recuerdos, las voces de los niños ya no son mi espejo, deces en un verso hermoso, me ha gustado mucho, un beso.

Hoy siento su fuerza antigua
y la impotencia que da el tiempo.

Lejos quedó el día que el reloj marcó
la hora de la huida
y me hizo arrinconar el sonido de su palabra.

Copia esta última estrofa, porque encierra casi todo el mensaje poético. A todos los que hemos impartido la enseñanza nos queda esa desazón, o impotencia, pero como bien dices la hora de la huida llega, pero que no te sobrelleve el amor a los críos a arrinconar tu corazón sensible. Un excelente y sentimental poema. Te felicito.

Un gran abrazo desde mi isla.

José Manuel F. Febles

[quote="Pilar Morte"]

Para mí, pocas cosas mejores que sentir -lejos- la algarabía de los niños en un día de sol. Gracias por este poema que refresca en el pozo de mi cráneo esas cosas lejanas.
Abrazos.

Sentido y tan hermoso. Me ha encantado.
Un fuerte abrazo y feliz día,

Judit

Hola, Pilar, me encantó tu sentir. Mientras leía tu poema, estuve acompañado por muchos niños y maestras, todos riendo y con el brillo en sus ojos. Un placer leerte.

Un abrazo.

Manuel Sánchez escribió:Emotivo poema, Pilar. Un gusto leerte, amiga.
Un fuerte abrazo.

Gracias, Manuel, me alegra encontrarte por mis versos
Abrazos
Pilar

Muy bonito, Pilar.

Aprovechas un instante mágico para hablar también de ti, de tus recuerdos.

Un acierto, maña.


Víctor

Rosa Marzal escribió:Muy bello y evocador poema, Pilar. Creo que a pesar del tiempo transcurr
ido quedan las huellas de lo que fuimos, algo de esa pureza, que permanece intacta en tus versos
. Un beso, amiga.

Gracias, Rosa, siempre es gratificante verte cerca
Besos
Pilar