Editorial Alaire

En un momento lúcido, dijo,
conservo palabras enteras que no guardan ningún testimonio,
no reflejan nada, pero se han endurecido tanto
que el aire a su alrededor puede palparse,
recogerse dentro del puño y acercarlo al oído,
sacudirlo como a un dado,
y hacer que los ojos adquieran
el color de los ojos de un recién nacido.
En otro momento absolutamente brumoso,
se le oyó decir a través de una puerta cerrada,
espiándolo como si se estuviese dentro de su garganta,
no recuerdo nada, ninguna palabra,
soy un torso flotando en un lago quieto e infinito,
bajo la luna que mueve su boca estéril.
La mayor parte del tiempo la pasaba agitando las manos,
imitando los pases mágicos del cielo,
"que aparece y desaparece como una gran cabeza
en un pequeño hoyo", pensaba en voz muy baja
-le daba pudor oírse por encima de su presencia-.
Entonces ella entraba, él fingía no verla. Así la amaba.
Y ella montaba alrededor el decorado
-soplaba dentro del aire como si fuese un vidrio incandescente
o emprendiese toda la música con los restos de una canción muy vieja-:
en la calle había gente, cada uno sentado sobre su propio cadáver,
riendo, pasándolo bien,
y en la montaña truncada del techo, raíces que se mueven
como alguien que patea el agua para no hundirse.
Si él deseaba otro vaso, ella fingía no oirlo.
Trepaba por sus palabras lúcidas, descendía por sus palabras oscuras,
desaparecía a través de sus palabras tenues.
Desaparecía y estaba en todas partes.
Así lo amaba.

Este texto es un relato fantástico. En los dos sentidos de la palabra "fantástico": el de participar de la poesía fantástica, y en el de ser un escrito formidable. Está provisto de un derroche de imaginación, y tiene ingenio y gusto. Para mí, una delicia de lectura.
Tu lo has escrito en sentido vertical, y yo lo he leído en sentido horizontal. No sé si esto ( que es un detalle menor) da alguna clave sobre tu inclinación, o es fruto únicamente de mi deformación literaria. Creo que tienes grandes dotes para la narrativa poética.
Mi felicitación.
Un fuerte abrazo.

Manuel, me es muy grata tu presencia, eres un poeta al que admiro mucho.Recibe un fuerte abrazo.

Un poema magnífico, amigo, ella así lo amaba, de la manera que describes la belleza, es un placer leerte, un abrazo.

Bruno Laja escribió:En un momento lúcido, dijo,
conservo palabras enteras que no guardan ningún testimonio,
no reflejan nada, pero se han endurecido tanto
que el aire a su alrededor puede palparse,
recogerse dentro del puño y acercarlo al oído,
sacudirlo como a un dado,
y hacer que los ojos adquieran
el color de los ojos de un recién nacido.
En otro momento absolutamente brumoso,
se le oyó decir a través de una puerta cerrada,
espiándolo como si se estuviese dentro de su garganta,
no recuerdo nada, ninguna palabra,
soy un torso flotando en un lago quieto e infinito,
bajo la luna que mueve su boca estéril.
La mayor parte del tiempo la pasaba agitando las manos,
imitando los pases mágicos del cielo,
"que aparece y desaparece como una gran cabeza
en un pequeño hoyo", pensaba en voz muy baja
-le daba pudor oírse por encima de su presencia-.
Entonces ella entraba, él fingía no verla. Así la amaba.
Y ella montaba alrededor el decorado
-soplaba dentro del aire como si fuese un vidrio incandescente
o emprendiese toda la música con los restos de una canción muy vieja-:
en la calle había gente, cada uno sentado sobre su propio cadáver,
riendo, pasándolo bien,
y en la montaña truncada del techo, raíces que se mueven
como alguien que patea el agua para no hundirse.
Si él deseaba otro vaso, ella fingía no oirlo.
Trepaba por sus palabras lúcidas, descendía por sus palabras oscuras,
desaparecía a través de sus palabras tenues.
Desaparecía y estaba en todas partes.
Así lo amaba.

Fascinante! Perspectivas peculiares danzan oscilantes una música antigua y sin embargo nueva. Felicidades Bruno, por la magia de tu poesía. Abrazos, ERA

Bellísimo, Bruno, el poema es una delicia de principio a fin, y aunque has clavado el final, a una le gustaría que siguiera...bello.

Un abrazo grande, amigo.

Carmen

Enormidad de poema, Bruno.

Gracias por escribir estas maravillas.

Abrazos.

Manuel, te agradezco mucho, eres siempre muy amable. Abrazos.

ERA, Roxane, "música antigua y sin embargo nueva", ése era el concepto mientras lo escribía, su núcleo. Toda mi gratitud. Abrazo XL.

Carmen, seguía, claro, pero hay que saber parar los poemas, como hay que parar de seguir llenando un vaso. Recibe un fuerte abrazo.

Hallie, siempre gracias por tu generosidad, por tus ojos, por cómo ven. Abrazo grande.

Las palabras, los conceptos, adquieren un nuevo significado, una dimensión más profunda en tus versos, Bruno. Siempre un placer leerte, amigo. Abrazos.

Bellísimo poema de Bruno.

Rosa, te agradezco mucho, siempre es un placer tu presencia. Abrazos.

Rafel, muchas gracias. Abrazos.

Una historia magníficamente versada. Precioso poema que he disfrutado mucho. Gracias por compartir.
Un abrazo y feliz día,

Judit

Delicioso juego de seducción el de esta musa etérea.
Un mágico relato poético que nos envuelve en cada instante de su tránsito.

Un enorme disfrute su lectura, Bruno.
Un fuerte abrazo.

Judith, gracias a ti por tu amable presencia.Abrazos.

Arturo, te agradezco mucho tu generosa atención.Abrazos.

Hola Bruno, disfruté con la lectura. Sentí la magia de la poesía. Mi enhorabuena por tan excelente poesía.

Un abrazo.