Editorial Alaire

Rafel Calle escribió:..............
Un sueño muere y otro sueño
tendrá que resurgir de sus cenizas,
un sueño es una causa prepotente
que dura lo que duran las sonrisas.

A la hora de juzgar un sueño leve
(si por leve atendemos a una cita
en la cual el amor es indigente,
si indigente es un pan con poca miga),
en el juicio aparecen los sudarios
para cubrir los rostros de los sueños
que serán un confín del calendario
donde moran las causas sin remedio.

Pasión de la verdad, en pie, de frente:
Te condeno al deseo incontenible
del amor en su estado preferente,
pues, tu historia merece un imposible.

Rafel Calle escribió:Si no supieras desnudar el alba,
si te esforzases en andar de pie,
si no pudieras mitigar los miedos
y si aún piensas en imán y piel,
hay historia y merece un imposible.

(Son los sueños, trajinan con la mente confusa).

Un sueño muere y otro sueño
tendrá que resurgir de sus cenizas,
un sueño es una causa prepotente
que dura lo que duran las sonrisas.

A la hora de juzgar un sueño leve
(si por leve atendemos a una cita
en la cual el amor es indigente,
si indigente es un pan con poca miga),
en el juicio aparecen los sudarios
para cubrir los rostros de los sueños
que serán un confín del calendario
donde moran las causas sin remedio.

Pasión y humanidad, en pie, de frente:
Te condeno al deseo incontenible
del amor en su estado preferente.
Sí; tu historia merece un imposible.

A la hora de juzgar un sueño leve
(si por leve atendemos a una cita
en
la cual el amor es indigente,
si indigente es un pan con poca miga),
en
el juicio aparecen los sudarios
para cubrir los rostros de los sueños

que serán un confín del calendario
donde moran las causas sin remedio.

Rafel Calle escribió:Si no supieras desnudar el alba,
si te esforzases en andar de pie,
si no pudieras mitigar los miedos
y si aún piensas en imán y piel,
hay historia y merece un imposible.

(Son los sueños, trajinan con la mente confusa).

Un sueño muere y otro sueño
tendrá que resurgir de sus cenizas,
un sueño es una causa prepotente
que dura lo que duran las sonrisas.

A la hora de juzgar un sueño leve
(si por leve atendemos a una cita
en la cual el amor es indigente,
si indigente es un pan con poca miga),
en el juicio aparecen los sudarios
para cubrir los rostros de los sueños
que serán un confín del calendario
donde moran las causas sin remedio.

Pasión y humanidad, en pie, de frente:
Te condeno al deseo incontenible
del amor en su estado preferente.
Sí; tu historia merece un imposible.