Editorial Alaire

Estaba yo cazando los sonidos de la noche
cuando presentí la presencia de un ser inmóvil.
Me observaba con la insistencia de los curiosos,
midiendo los perfiles, abierta la boca desmesuradamente.
Ví sus ojos de búho, las manos magras, caídas, ví sus labios
finos, la frente pálida, los pómulos hundidos y temblé
de espanto.
Momentum, Momentum, no estoy dormido, vete de mi casa,
regresa a tu tumba vacía, lanza alaridos al viento, secale
el llanto a los suicidas y besa mariposas nocturnas.
Afuera se precipitaba una lluvia negra, adentro el ente gemía.
Momentum, Momentum, ve a tu morada de raíces húmedas,
hundete en sueño gélido, inverna siglo tras siglo y jamás despiertes.
El ser se hizo dueño de las horas, de los grillos y de mi insomnio,
su garganta era un embudo por donde entraban y salían insectos.
Momentum, Momentum, me aterrorizaste de niño y ahora de viejo
mi corazón late desbocado, mi piel es témpano, voy a morir si no
dejo de verte.
No se movió de su lugar, era estatua en mi aposento, muerte animada,
castigo agazapado.
Momentum, Momentum, rareza de las sombras, date vuelta, vete
con las libélulas a recorrer el páramo para yo poder dormir
el resto de la madrugada.
Entonces el ente dio varios pasos,cerró la boca y rompió el silencio.
Por qué te espantas?
Soy un monstruo creado por tu imaginación, regreso cuando me piensas
y me marcho cuando me olvidas , me alimento de tu obsesión por mí.
Dejo mi mundo de garfios y espigas, vago por el borde del infierno,
cruzo ríos de brea y subo montañas de cráneos para acudir a ti
que te preocupas por mi existencia.
Llego y me rechazas, pero se que me necesitas para avivar tus miedos,
para sentirte vivo, para llorar como la Magdalena del cuento.
Hizo mutis, abrió la boca y le regaló un mugido a los astros,
sus pies bailaron una danza extraña, saltaba su cabellera
y volvía a los hombros.
Momentum, Momentum, creación de mi cerebro, pesadilla lúdica,
aguijón de mi carne,
quedate indefinidamente junto a mi oído, mefistofélico, sádico,
hereje, antiguo.
Había luz cuando abrí los ojos, su olor raro flotaba, pero él era
un recuerdo.

Un inquietante ser el que ha creado tu imaginación. Supongo que es un reflejo de esos miedos que, quien más y quien menos, lleva en si. Me ha gustado el poema. Un abrazo.

Hola, Ernesto, me gustó mucho tu poema. Me gusta el estilo, que hace cobrar vida a personajes en el poema; hace tiempo le estoy cogiendo afición a este tipo de poemas, le veo una afinidad con el teatro, y eso me gusta. Es como si los textos cobraran vida. Cuando leí algunas obras del gran genio, poeta y dramaturgo Shakespeare , lo que más me cautivo y gustó era que sus textos cobraban vida. También es una manera de involucrar al lector (sacudirlo) en el poema. En fin, te felicito por tu excelente trabajo.

Un abrazo

Yo veo esos fantasmas que nos acechan a todos y de los que es difícil escapar. Hermoso y original
poema. Un placer leerte.
Besos
Pilar

Como la sombra jungiana, o ese estadio icónico de la muerte en que todavía es un alfil, digo icónico como algo con más carne que el propio cuerpo. El poema es magnífico, subyugante, y poderoso. Un placer de lectura. Abrazos.

Los miedos más intensos y persistentes suelen rsponder a lo que nos amenaza de nosotros mismos, por eso, necesitamos darle una imagen externa que lo represente, para no vernos forzados a huir de nosotros mismos.

Interesante y bien logrado poema. Abrazos.

Gracias Carvajal por tu buen comentario.
Saludos amigo.
Te deseo lo mejor

Hermoso e interesante poema de Ernesto.

Gracias Raul por tu buen comentario.
A veces los fantasmas se aparecen de improviso.
Saludos cordiales

Buen poema que acabo de leer con placer. Los miedos nos persiguen en nuestros sueños, cuando somos nosotros mismos.

Un cordial abrazo.


José Manuel F. Febles, desde mi isla.