ME PREGUNTÓ UN NIÑO CIEGO
Publicado: Dom, 03 Ago 2014 11:40
Cómo explicarte colores
siendo tu espectro el más amplio,
estos mis ojos limitan
pero ya que lo has pedido,
al menos, voy a intentarlo.
Cómo decirte, verás,
con el azul se respira
hasta en los sordos abismos,
el verde es pura sonrisa
que invade todos los huecos,
con el rojo solo hay pulso
cosquilleo y dinamita,
el amarillo es el grillo
en tu oído chismeando.
Cuando el sol se pone o sale
naranjas, lilas y rosas
engalanan lo de arriba,
la tierra mojada en lluvia
es el olor del marrón,
la elegancia viene en negro,
negro tristeza y adiós.
Y luego en la primavera
el revoltijo de aromas
que solo hablan de vida..
pues así es el arco iris
como Mozart o tu risa,
lleno, lleno de colores,
y ese sonido del mar
que tanto calma y abriga
va del turquesa al marino
con reflejos esmeralda,
y debajo de tus pies
cuando quieres saltar olas
están todos los dorados.
Y yo que te estoy mirando
distingo en ese tu gesto
cómo intentas avisarme
de lo mucho que me pierdo
con los párpados abiertos.
Venga, que ya están cerrados,
pon tus ojos en mis labios,
que no conozco otro modo
de contar el color blanco.
J. Paz
siendo tu espectro el más amplio,
estos mis ojos limitan
pero ya que lo has pedido,
al menos, voy a intentarlo.
Cómo decirte, verás,
con el azul se respira
hasta en los sordos abismos,
el verde es pura sonrisa
que invade todos los huecos,
con el rojo solo hay pulso
cosquilleo y dinamita,
el amarillo es el grillo
en tu oído chismeando.
Cuando el sol se pone o sale
naranjas, lilas y rosas
engalanan lo de arriba,
la tierra mojada en lluvia
es el olor del marrón,
la elegancia viene en negro,
negro tristeza y adiós.
Y luego en la primavera
el revoltijo de aromas
que solo hablan de vida..
pues así es el arco iris
como Mozart o tu risa,
lleno, lleno de colores,
y ese sonido del mar
que tanto calma y abriga
va del turquesa al marino
con reflejos esmeralda,
y debajo de tus pies
cuando quieres saltar olas
están todos los dorados.
Y yo que te estoy mirando
distingo en ese tu gesto
cómo intentas avisarme
de lo mucho que me pierdo
con los párpados abiertos.
Venga, que ya están cerrados,
pon tus ojos en mis labios,
que no conozco otro modo
de contar el color blanco.
J. Paz