Editorial Alaire

“… si brazos y hombros de compañeros sostienen la bóveda del mundo,
con átomos de fuego instruyen la luz del universo”;
… pero, y yo, aquí, atareado con toses y guerras, con la hoz en alto, amenazando,
decidme ¿ serviré de algo… ?
porque ¿ podría serme herida la razón con amor y serme éste herido por el fulgor de la idea ?

¿ … y la piedra blanca de la vida, quién la hará… ? ¿ y cómo curaré la tos y depondré
las armas y las guerras si la hoz se ha trocado en palabras y gestos excesivos
y vuela por mi sangre provocando ingentes dramas, tempestades y ruinas…?

…más que a lo alto, en lo hondo miro y mis herrumbres no tienen fin;
por tanto ¿… podrán resistir los compañeros… ? ¿ conseguiré serles fiel y autorizar el fuego
de mis mundos, aquellos de los que he de morir mientras construyo un simple pétalo de rosa ?

… pero ay, ay de mí, pues cómo, cómo hacerlo, cómo y cómo llegar a él.

http://www.oriondepanthoseas.com

Magnífico este compromiso de tu sentimiento universal. Un poema muy hermoso, lúcido, para saborear.
Me encanta leerte
Besos
Pilar

Te has acercado tanto, querido poeta. El sándalo de esa fuerza que nutrimos todos es parte de cada obra, de cada piedra fundamental asida con tesón y humanidad.
A veces toca sostener al hermano, avivar la lumbre de aquel que tiene frio; has estado en la historia de la poesía univerzalizando, batiendo consignas limpias, respetando idiosincracias, avalando la pureza del arte; por eso digo vamos bien, no perdemos la estela del ideal; por justicia universal llegaremos, si que llegaremos.

Aplausos y gracias por compartir.

Abrazos.

Antonio Justel escribió:

“… si brazos y hombros de compañeros sostienen la bóveda del mundo,
con átomos de fuego instruyen la luz del universo”;
… pero, y yo, aquí, atareado con toses y guerras, con la hoz en alto, amenazando,
decidme ¿ serviré de algo… ?
porque ¿ podría serme herida la razón con amor y serme éste herido por el fulgor de la idea ?

¿ … y la piedra blanca de la vida, quién la hará… ? ¿ y cómo curaré la tos y depondré
las armas y las guerras si la hoz se ha trocado en palabras y gestos excesivos
y vuela por mi sangre provocando ingentes dramas, tempestades y ruinas…?

…más que a lo alto, en lo hondo miro y mis herrumbres no tienen fin;
por tanto ¿… podrán resistir los compañeros… ? ¿ conseguiré serles fiel y autorizar el fuego
de mis mundos, aquellos de los que he de morir mientras construyo un simple pétalo de rosa ?

… pero ay, ay de mí, pues cómo, cómo hacerlo, cómo y cómo llegar a él.

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Antonio, wow! Tocas las heridas que afligen al soldado que se encuentra luchando en campos abstractos, luchando dentro del concepto geo-político de 'la paz', luchando consigo mismo contra ese yo de fantasía...luchando por contribuir a la humanidad desde la deshumanización que nos acosa con impunidad ...' construyó un simple pétalo de rosa', creo que llegas a él, y lo regalas en éste poema extraordinario en la duplicidad de su luz; cómo se llega a ser parte de los que están en paz y son energía dinámica en la eterna rueda del carruaje que revela un nuevo universo en instancias de luz? El hombre o la mujer que tiene que vivir su vida ordinaria, cómo salta a la vez a lo extraordinario? Creo que tu poema posa las preguntas propias del iniciado en el camino (TAO). Como conciliar las demandas de las responsabilidades sociales (empezando por la familia) y la s funciones del artista, por ejemplo?
Un poema indispensable y de fluyente belleza. Te felicito. ERA

Compromiso universal cumplido, querido amigo. La necesidad del alma de ser algo exterior desde tu lírico interior. Confiesas y liberas tu alma y el peso de expresarte en tus sentimientos, porque no es en los enormes campos, en las grandes batallas, donde vemos llegar la primavera. Ahí tu dolor y el mío.
Mis felicitaciones y un gran abrazo, amigo.

José Manuel F. Febles

Tu compromiso se abre al ciclo de la vida y bajo la instrucción de la palabra
confiesas tu dolor y tus afectos en un poema repleto de sentir y de intenciones.
Lo sencillo está más cerca a nuestra hacer y a nuestra mano. Lo imposible
es imposible por sus cuatro esquinas, será mejor no intentarle que llegar a defraudarse uno mismo.

Grande la instrucción y sano el compromiso...
Un abrazo

Antonio Justel escribió:

“… si brazos y hombros de compañeros sostienen la bóveda del mundo,
con átomos de fuego instruyen la luz del universo”;
… pero, y yo, aquí, atareado con toses y guerras, con la hoz en alto, amenazando,
decidme ¿ serviré de algo… ?
porque ¿ podría serme herida la razón con amor y serme éste herido por el fulgor de la idea ?

¿ … y la piedra blanca de la vida, quién la hará… ? ¿ y cómo curaré la tos y depondré
las armas y las guerras si la hoz se ha trocado en palabras y gestos excesivos
y vuela por mi sangre provocando ingentes dramas, tempestades y ruinas…?

…más que a lo alto, en lo hondo miro y mis herrumbres no tienen fin;
por tanto ¿… podrán resistir los compañeros… ? ¿ conseguiré serles fiel y autorizar el fuego
de mis mundos, aquellos de los que he de morir mientras construyo un simple pétalo de rosa ?

… pero ay, ay de mí, pues cómo, cómo hacerlo, y cómo, cómo llegar a él.

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Siempre logras captar la atención del lector, Antonio, aquí nos llega tu forma personalísima de construir poemas y transmites las sensaciones adecuadas.

Un abrazo.

Antonio,

me ha gustado mucho el poema, amigo. Me gusta el formato que utilizas, esa especie de versículos centrados, sin mayúsculas, como una amalgama sólida, un continuo circular en el que vuelves constantemente -casi angustiosamente- sobre las mismas palabras, ideas, preguntas, dudas. Las dudas sobre la utilidad del compromiso personal atacan en la madurez. El idealismo no suele recompensar a largo plazo y uno se pregunta todo. Has sabido capturar con belleza ese trance.

Un abrazo, amigo.

Antonio Justel escribió:

“… si brazos y hombros de compañeros sostienen la bóveda del mundo,
con átomos de fuego instruyen la luz del universo”;
… pero, y yo, aquí, atareado con toses y guerras, con la hoz en alto, amenazando,
decidme ¿ serviré de algo… ?
porque ¿ podría serme herida la razón con amor y serme éste herido por el fulgor de la idea ?

¿ … y la piedra blanca de la vida, quién la hará… ? ¿ y cómo curaré la tos y depondré
las armas y las guerras si la hoz se ha trocado en palabras y gestos excesivos
y vuela por mi sangre provocando ingentes dramas, tempestades y ruinas…?

…más que a lo alto, en lo hondo miro y mis herrumbres no tienen fin;
por tanto ¿… podrán resistir los compañeros… ? ¿ conseguiré serles fiel y autorizar el fuego
de mis mundos, aquellos de los que he de morir mientras construyo un simple pétalo de rosa ?

… pero ay, ay de mí, pues cómo, cómo construirlo, cómo, cómo llegar a él.

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Muy bello poema de Antonio.

Editorial Alaire

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