Y tú, casi me amabas
Publicado: Mar, 06 May 2008 22:28
Y aún no había despertado de su letargo cósmico
la conciencia redonda de la tierra.
Y aún el beso primigenio en sus entrañas profundas y recónditas,
se abismaba en aquel hacia dentro, hacia dentro,
en que se pronunció la vida: caracolas y espuma blanca,
el nácar de las conchas fue su cuna,
arrullos de ola y viento, amor de viento y agua, fue su nana.
--------Y en aquel allí en el que tú ya eras
-y ya casi me amabas- surgiendo del big ban o de otra dimensión,
o de otro tiempo que nadie había inventado, un pensamiento
(quizá una célula)
afanado en ser fértil, ser verde, ser hierba, sólo hierba,
reptaba en pos del trazo exacto de tus manos al dibujar mi cuerpo.
Y conquistaba ríos. Y cruzaba desiertos y montañas
como un funambulita de sueños:
jugándose la vida en cada intento,
jugando con la vida a ver quien gana.
Y cuando ya casi, casi, me amabas,
me descubrí en su esencia; descubrí su esencia en mi esencia
y una condena a muerte escrita en el polvo pegado a mis talones.
Ahora lo sé. Ya no me engañas Tierra.
Soy parte de ti, de tus cenizas; parte de tu ancestral memoria.
Soy sólo un universo girando en mi universo,
y gravitando mientras que tú gravites, esperaré en tanto que tú esperes.
¡Pobre crisálida,
que ignorando que ya no había nubes, que ya no habría agua,
que ya no había nada -polvo y tierra- inventó primaveras!
Y nacida entre las caracolas y entre la espuma blanca
-el nácar de las conchas fue mi cuna, arrullo de ola y viento fue mi nana-
clamo, suplico, exijo al cielo el agua que me falta,
exijo que inunde este infernal desierto; que me anegue;
que me convierta en barro: que necesito un cuerpo,
que necesito un alma;
que en esta sinrazón, y en cada giro interminable en el que vivo, muero,
porque no puedo olvidar, amor,
que tú.., casi, casi me amabas.
Blanca Sandino
la conciencia redonda de la tierra.
Y aún el beso primigenio en sus entrañas profundas y recónditas,
se abismaba en aquel hacia dentro, hacia dentro,
en que se pronunció la vida: caracolas y espuma blanca,
el nácar de las conchas fue su cuna,
arrullos de ola y viento, amor de viento y agua, fue su nana.
--------Y en aquel allí en el que tú ya eras
-y ya casi me amabas- surgiendo del big ban o de otra dimensión,
o de otro tiempo que nadie había inventado, un pensamiento
(quizá una célula)
afanado en ser fértil, ser verde, ser hierba, sólo hierba,
reptaba en pos del trazo exacto de tus manos al dibujar mi cuerpo.
Y conquistaba ríos. Y cruzaba desiertos y montañas
como un funambulita de sueños:
jugándose la vida en cada intento,
jugando con la vida a ver quien gana.
Y cuando ya casi, casi, me amabas,
me descubrí en su esencia; descubrí su esencia en mi esencia
y una condena a muerte escrita en el polvo pegado a mis talones.
Ahora lo sé. Ya no me engañas Tierra.
Soy parte de ti, de tus cenizas; parte de tu ancestral memoria.
Soy sólo un universo girando en mi universo,
y gravitando mientras que tú gravites, esperaré en tanto que tú esperes.
¡Pobre crisálida,
que ignorando que ya no había nubes, que ya no habría agua,
que ya no había nada -polvo y tierra- inventó primaveras!
Y nacida entre las caracolas y entre la espuma blanca
-el nácar de las conchas fue mi cuna, arrullo de ola y viento fue mi nana-
clamo, suplico, exijo al cielo el agua que me falta,
exijo que inunde este infernal desierto; que me anegue;
que me convierta en barro: que necesito un cuerpo,
que necesito un alma;
que en esta sinrazón, y en cada giro interminable en el que vivo, muero,
porque no puedo olvidar, amor,
que tú.., casi, casi me amabas.
Blanca Sandino