Juguete
Publicado: Vie, 18 Jul 2014 23:36
...
La ilusión es la misma. Inagotable resurge,
enarbolando sus gastados colores, ofreciendo servicial su volante
que, disparatado y terco, apenas se tuerce, carraspeando,
aún dormido, en sus imaginarios motores, pues transmutado
centellea en sus menudas gargantas.
Toda una atracción y, de colofón, ¡su cajón secreto!
donde un universo cabe si deprisa cierras los ojos, y
los abres siendo ya otro. La insistente musiquilla,
es solo un recuerdo dulce, que descansa –y hasta eso hay que agradecerle-
por fin en paz, como un latido mudo de hojalata,
que ritmara eterno, renaciendo indestructible se encarrila, dispuesto a la vida,
que insuflan, poderosas en sus tuercas, las pequeñas risas.
¿Qué le pasa al mundo?
¿A qué buscar riquezas, cuando solo brota libre en los ojos
que fabrican mil sueños parpadeando de soplos
y que infunden, cuando no dudan, para siempres?
No dejes de besarme.
Encarama tu fe dormida a mis latidos,
descoloridos sólo porque dejé al sol mis desorientadas canciones,
obstinado, aunque apretara tanto que calcinara en trasto a mi aliento.
La ilusión es la misma. Ven, amor, ¡deprisa!,
cierra los ojos…
¡Y abrámoslos juntos de nuevo!
.
.
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La ilusión es la misma. Inagotable resurge,
enarbolando sus gastados colores, ofreciendo servicial su volante
que, disparatado y terco, apenas se tuerce, carraspeando,
aún dormido, en sus imaginarios motores, pues transmutado
centellea en sus menudas gargantas.
Toda una atracción y, de colofón, ¡su cajón secreto!
donde un universo cabe si deprisa cierras los ojos, y
los abres siendo ya otro. La insistente musiquilla,
es solo un recuerdo dulce, que descansa –y hasta eso hay que agradecerle-
por fin en paz, como un latido mudo de hojalata,
que ritmara eterno, renaciendo indestructible se encarrila, dispuesto a la vida,
que insuflan, poderosas en sus tuercas, las pequeñas risas.
¿Qué le pasa al mundo?
¿A qué buscar riquezas, cuando solo brota libre en los ojos
que fabrican mil sueños parpadeando de soplos
y que infunden, cuando no dudan, para siempres?
No dejes de besarme.
Encarama tu fe dormida a mis latidos,
descoloridos sólo porque dejé al sol mis desorientadas canciones,
obstinado, aunque apretara tanto que calcinara en trasto a mi aliento.
La ilusión es la misma. Ven, amor, ¡deprisa!,
cierra los ojos…
¡Y abrámoslos juntos de nuevo!
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