SESIÓN DE NOCHE
Publicado: Jue, 17 Jul 2014 12:52
Ella,
jirón de noche, tierra de nadie,
aire,
espera que invade,
imaginario irreverente de pecados sin presente,
confesionario.
El,
doncel de barro, arrabalero de yunta,
pregunta,
monólogo dorado,
antídoto de llantos y ternuras,
abecedario.
Quiso hacer la piel, diario de silencios,
y pasaron las palabras.
Una mirada fue,
y la cordura puso en duda los papeles
cuando el telón partía, y la función,
dejó en el escenario la poesía derramada y la quietud vacía,
y el día pendiente de escribir.
Quisieron vivir a contratiempo
y se hizo de hojas la ternura y de tronco el verbo,
y, agazapado, el pudor mordió la fruta del deseo,
y todo quedó dicho entre los dedos.
Se invirtieron los caminos y el grito fue susurro.
El cielo, se disolvió en el suelo de la carne abierta
y la puerta se abrió del lado equivocado,
y donde dijo amor, pasó de la ternura al precipicio,
y donde dijo furia, se disolvió el pecado.
Se les quedó el horario varado en la mirada
y descendió el telón,
y la cordura abandonó la sala.
Ella,
jinete de jade cubierta de futuro,
plena,
vestida de lava y de orgullo.
El,
amor de papel, cautivo y desarmado,
murmullo.
Fuera,
la noche rió y se hizo mundo,
y el luto murió desamparado.
jirón de noche, tierra de nadie,
aire,
espera que invade,
imaginario irreverente de pecados sin presente,
confesionario.
El,
doncel de barro, arrabalero de yunta,
pregunta,
monólogo dorado,
antídoto de llantos y ternuras,
abecedario.
Quiso hacer la piel, diario de silencios,
y pasaron las palabras.
Una mirada fue,
y la cordura puso en duda los papeles
cuando el telón partía, y la función,
dejó en el escenario la poesía derramada y la quietud vacía,
y el día pendiente de escribir.
Quisieron vivir a contratiempo
y se hizo de hojas la ternura y de tronco el verbo,
y, agazapado, el pudor mordió la fruta del deseo,
y todo quedó dicho entre los dedos.
Se invirtieron los caminos y el grito fue susurro.
El cielo, se disolvió en el suelo de la carne abierta
y la puerta se abrió del lado equivocado,
y donde dijo amor, pasó de la ternura al precipicio,
y donde dijo furia, se disolvió el pecado.
Se les quedó el horario varado en la mirada
y descendió el telón,
y la cordura abandonó la sala.
Ella,
jinete de jade cubierta de futuro,
plena,
vestida de lava y de orgullo.
El,
amor de papel, cautivo y desarmado,
murmullo.
Fuera,
la noche rió y se hizo mundo,
y el luto murió desamparado.