Editorial Alaire

No es fácil envejecer sin ternura.
El corazón recita las palabras del adiós,
las manos calcifican su orgullo de palomas
alegres. La soledad nos cubre como un vicio
y ya no hay otra esperanza que el recuerdo.

Ramón Carballal escribió:No es fácil envejecer sin ternura.
El corazón recita las palabras del adiós,
las manos calcifican su orgullo de palomas
alegres. La soledad nos cubre como un vicio
y ya no hay otra esperanza que el recuerdo.

Qué genialidad hermosa, Ramón.

Reverencias, abrazos y felicidad.

Hermoso breve, breve de envase. Enorme en contenido.
Un abrazo,

Judit

Ramón Carballal escribió:No es fácil envejecer sin ternura.
El corazón recita las palabras del adiós,
las manos calcifican su orgullo de palomas
alegres. La soledad nos cubre como un vicio
y ya no hay otra esperanza que el recuerdo.

Nada es fácil, menos aún envejecer y conservar en las manos la caricia tierna y dulce
que permanezca en quien la recibe.
Abrazos Ramón, Luna.-

Igualmente bien en los breves. No necesita más versos para hacer sentir el paso del tiempo.
Besos
Pilar

Ramón Carballal escribió:No es fácil envejecer sin ternura.
El corazón recita las palabras del adiós,
las manos calcifican su orgullo de palomas
alegres. La soledad nos cubre como un vicio
y ya no hay otra esperanza que el recuerdo.

... enorme concentración dialéctica/afectiva/filosófica/ poética en estos 5 versos, Ramón; verdaderamente prodigiosos, amigo; saludos; Orión

Como noto que hay mucho recuerdo en mi esperanza me da que ya
soy mayor, pero adios diré al final, cuando ya no tenga otro remedio
que acompañe mi soledad.
Un corto bueno y vivencial como la vida misma.

un abrazo

Ramón Carballal escribió:No es fácil envejecer sin ternura.
El corazón recita las palabras del adiós,
las manos calcifican su orgullo de palomas
alegres. La soledad nos cubre como un vicio
y ya no hay otra esperanza que el recuerdo.

Uno corto magnífico, amigo Ramón, para enmarcar; rebosante de sensibilidad pooética.

Unha aperta, querido amigo

Hallie Hernández Alfaro escribió:

Ramón Carballal escribió:No es fácil envejecer sin ternura.
El corazón recita las palabras del adiós,
las manos calcifican su orgullo de palomas
alegres. La soledad nos cubre como un vicio
y ya no hay otra esperanza que el recuerdo.

Qué genialidad hermosa, Ramón.

Reverencias, abrazos y felicidad.

Gracias, Hallie, por tu generosidad. Un abrazo.

J. Paz escribió:Hermoso breve, breve de envase. Enorme en contenido.
Un abrazo,

Judit

Gracias, Judit, por tus amables palabras. Un abrazo.

Impresionantes estos versos plenos de contenido y altura lírica.
Un abrazo.
Pepa

Luna de Nos escribió:

Ramón Carballal escribió:No es fácil envejecer sin ternura.
El corazón recita las palabras del adiós,
las manos calcifican su orgullo de palomas
alegres. La soledad nos cubre como un vicio
y ya no hay otra esperanza que el recuerdo.

Nada es fácil, menos aún envejecer y conservar en las manos la caricia tierna y dulce
que permanezca en quien la recibe.
Abrazos Ramón, Luna.-

Muchas gracias,Luna, por dejarme tu comentario. Un abrazo.

Pilar Morte escribió:Igualmente bien en los breves. No necesita más versos para hacer sentir el paso del tiempo.
Besos
Pilar

Gracias,Pilar, eres muy amable. Un beso.

Antonio Justel escribió:

Ramón Carballal escribió:No es fácil envejecer sin ternura.
El corazón recita las palabras del adiós,
las manos calcifican su orgullo de palomas
alegres. La soledad nos cubre como un vicio
y ya no hay otra esperanza que el recuerdo.

... enorme concentración dialéctica/afectiva/filosófica/ poética en estos 5 versos, Ramón; verdaderamente prodigiosos, amigo; saludos; Orión

Gracias, Antonio, por tu generosidad. Un saludo cordial.

Guillermo Cuesta escribió:Como noto que hay mucho recuerdo en mi esperanza me da que ya
soy mayor, pero adios diré al final, cuando ya no tenga otro remedio
que acompañe mi soledad.
Un corto bueno y vivencial como la vida misma.

un abrazo

Te agradezco la lectura y el comentario, Guillermo. Un abrazo.