Editorial Alaire

Siempre tendremos el ocaso




Siempre tendremos el ocaso
cuando el camino sea la boca
del polvo en el silencio
con la sombra que danza en las flores
en descanso con recuerdos,
cuando el después haya sido ceniza
con sus cantos en palacio y playas
de espuma; tendremos
la última sonrisa en primavera,
la última luz del suspiro,
de las rosas el último pétalo,
el juego de las palabras
empedradas con la verdad
en juego de distancia; el ocaso
que se apaga lleno
de noche en el umbral de los abrazos,
lleno de cúpulas blancas de instantes,
de estrellas y nombres que preguntan por el viento,
el movimiento del tiempo que abre
la brisa del puerto desgranado
y el solitario ladrillo
entre la lluvia y el olvido.

Hola Ricardo, una buena enumeración de todo aquello que sobrevivirá, que nos quedará más allá de lo material. Me ha encando leerte poeta. Un saludo.

El ocaso puede pintarse de primavera. Depende de las flores que plantes.
Me ha gustado tu poema.
Un abrazo
Pilar

una enumeración, querido Ricardo,
de cosas que de verdad importan
y que detallas con precisión y poesía

un abrazo amigo

.

Elisa Berna Martínez escribió:Hola Ricardo, una buena enumeración de todo aquello que sobrevivirá, que nos quedará más allá de lo material. Me ha encando leerte poeta. Un saludo.

mil gracias querida amiga por tu visita y comentario

un abrazo fuerte

Amigos


Un pequeño cambio

gracias por leer mi poema

Un abrazo fuerte

Pilar escribió:El ocaso puede pintarse de primavera. Depende de las flores que plantes.
Me ha gustado tu poema.
Un abrazo
Pilar

Muchas gracias por tu compañía y comentario

Un abrazo fuerte, querida amiga

Alonso de Molina escribió:una enumeración, querido Ricardo,
de cosas que de verdad importan
y que detallas con precisión y poesía

un abrazo amigo

.

GRACIAS, MAESTRO
POR ESTAR Y COMENTAR MI POESÍA

UN ABRAZO FUERTE

Ricardo Serna G escribió:
de estrellas y nombres que preguntan por el viento,

el movimiento del tiempo que abre

la brisa del puerto desgranado

y el solitario ladrillo

entre la lluvia y el olvido

Siempre me he preguntado, Ricardo, porqué amo tanto esa linea fronteriza del ocaso. Pensaba que era obvio romanticísmo.

Con los años he descubierto que es, porque a pesar de cerrar las luces de un día, abre las puertas a otras sensaciones máginas, nuevas, serenas, dulces.

Ricardo, maestro, es una felicidad leerte y comentarte.

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Bellisimo poema, con un final de antologia. Gracias por compartirlo amigo poeta.

Un abrazo.