Editorial Alaire

Volveré a tocar tu cabello humedecido
como una tarde gris
y volveré
a encender una llama en nombre del recuerdo,
a despertar el sabor de la resaca en tus ojos,
en ese infierno de los escaparates, en el ruido
que ahoga la palabra profunda del poeta
que duerme en la calle con el gesto contrariado
porque las lilas nos devuelven a la vida
una tarde de agosto
y se yerguen
sobre el sueño reseco de Nembutal adoctrinado,
y la respiración de aquellos que te amamos se contiene.

¡Ay, de esa libertad que aprisionó tus alas.
esos labios de rojo carmín,
esos pechos caídos para siempre!

F. Enrique escribió: Volveré a tocar tu cabello humedecido
como una tarde gris
y volveré
a encender una llama en nombre del recuerdo,
a despertar el sabor de la resaca en tus ojos,
en ese infierno de los escaparates, en el ruido
que ahoga la palabra profunda del poeta
que duerme en la calle con el gesto contrariado
porque las lilas nos devuelven a la vida
una tarde de agosto
y se yerguen
sobre el sueño reseco de Nembutal adoctrinado,
y la respiración de aquellos que te amamos se contiene.

¡Ay, de esa libertad que aprisionó tus alas.
esos labios de rojo carmín,
esos pechos caídos para siempre!

Directo, claro y elocuente. Un concierto afinadísimo de versos.
Abrazos, poeta

Hermoso poema. Me quedo con el verso siguiente. Un placer seguirte

en el ruido
que ahoga la palabra profunda del poeta

Besos
Pilar

El tiempo para irremediablemente y tenemos que captarlo tal cual es, para no pasar también nosotros. El poema respira melancolía y buen hacer.
Un abrazo.
Pepa

Gracias, Liz, por estas palabras tuyas tan amables, tan acogedoras.

Un abrazo.

La belleza se deja escribir con dolor en tu poema. La voz que duerme en manos de un pentobarbital adoctrinado (me gusta esta imagen, penetrante y verídica) y sueña realidades en espuma..., el arte apareado con la pena, con sus cabellos húmedos de tránsito. Conmovedor cada verso. Intenso y evocador, Enrique.

Gracias por compartir; un abrazo grande.

Un muy bello poema, amigo Enrique, donde la nostalgia se convierte en puro arte lírico.

Un abrazo.

Muchas gracias, Pilar, por tus siempre atentas y amables palabras.

Un abrazo.

Bellísimo en su desolación.

Felicitaciones, F. Enrique.

Un fuerte abrazo desde la poesía
Ana

Hermoso poema que finaliza con un verso muy feliz.
Ha sido un placer leerte, amigo Enrique.
Abrazos.

Tu cabello humedecido como una tarde gris....me ha encantado esta imagen de entrada al poema, que advierte, de alguna manera, el entusiasmo de diluirse en el pasado y la nostalgia. Ha sido una lectura vibrante. Recibe mis abrazos y felicitaciones, Enrique.

Ya tengo que estar satisfecho, Pepa, con tu presencia siempre en mis poemas, obviamente, solo me queda darte las gracias de la mejor manera que pueda.

Un abrazo.

Es difícil, Hallie, explicar porque uno se implica en este tipo de poemas, saber hasta donde se quiere llegar en esta mezcla entre lo confesional y lo aireado, entre lo propio e intransferible y lo que nos pertenece a todos. Creo que la tristeza tiene algo evocador que nos atrae y unos apuntes en un poemario pueden convertirse en un poema y sin saber las razones concretas podemos verle algo especial.

Gracias, Hallie, un abrazo.

Me lo había perdido. Me siento feliz de poder asumir el lirismo que viaja en tu excelente poema. Todo el poema resuma dolor y "tiempo" con un final, sencillamente magnífico.

Un cordial abrazo.

José Manuel F. Febles

Gracias, Ferreiro, por esta forma tan bonita y halagadora de comentarme el poema.

Un abrazo.