Editorial Alaire

[RIGHT]Algunas frases hacen más agujeros que un taladro.
Luis García Montero.[/RIGHT]


Nos duelen los huesos de tanto invierno.
La mirada astillada, decrépita, anciana,
rejuvenece con el azul de un horizonte
que ya casi alcanzamos.

Los cadáveres que transitan esta ciudad
parecen distenderse en la sencillez del ocio.
El almanaque quema sus hojas
en la prisa de detener el tiempo.

Sigo cadáver. Un cadáver exquisito
que sólo sirve de alimento.
Los muertos no tienen nada que decir.
Dejaré que os hable el mar.

Y será este desgaste, de losas carcomidas, de desandar hacia los anhelos, envejeciendo (como tan bien decribes) cien vidas, y a la vez consumiendo la nuestra en instantes futiles. El mar...siempre el mar. La verdad infinita, la comprenión, la ternura que nos acoge, el regazo del mundo.

Un placer leerte Sandra, estos bellos versos que tan bien invitan a reflexionar.
Un beso

Bellísimo poema, Sandra. Me encanta el cierre.

Muchos abrazos y gracias por compartirlo.

Excelente poema amiga, y acabas dejando hablar al mar, con unos versos hermosos, como nos tienes acostumbrados. Un placer y un abrazo.

Un poema precioso, Sandra, para disfrutar. Un placer leerte
Besos
Pilar

Me ha encantado el poder transmisor y el nudismo de cada imagen.

Enhorabuena, querida compañera.

Abrazos.

Otra de tus magnífícas últimas entregas, rebosante de imágenes de gran sugerencia poética.

Biquiños, querida amiga.

El paso del tiempo es lo que tiene, que nos deja sin ganas de hablar.
Un abrazo.
Pepa

Nadie puede evitar el paso del tiempo, y silo evita...peor aún.
Se hacen largos los días y cortos los años cuando la edad se arruga.

Un magnífico poema con estupenda y sensible filo-sofía

Hermoso trabajo de Sandra.

Sandriña!!! Cuánto tiempo!!

Es un gran alegría tenerte de nuevo por estos lares y sobre todo con esta magnífica entrega que subraya con trazo ancho tu contínuo ascenso en esto de la construcción de poemas.

Un bico grande, querida amiga.

Recordando a Sandra Gª Garrido.

Sandra Gª Garrido escribió:[RIGHT]Algunas frases hacen más agujeros que un taladro.
Luis García Montero.[/RIGHT]


Nos duelen los huesos de tanto invierno.
La mirada astillada, decrépita, anciana,
rejuvenece con el azul de un horizonte
que ya casi alcanzamos.

Los cadáveres que transitan esta ciudad
parecen distenderse en la sencillez del ocio.
El almanaque quema sus hojas
en la prisa de detener el tiempo.

Sigo cadáver. Un cadáver exquisito
que sólo sirve de alimento.
Los muertos no tienen nada que decir.
Dejaré que os hable el mar.

Sin embargo es en La Poesía viva que nos dejas tu hondo sentir, Sandra G. Esperando tu regreso, amiga poeta. Abrazos, ERA