Sólo (EB)
Publicado: Lun, 30 Jun 2014 23:09
...
¿Se esconde verdad tras estos versos?
¿Belleza?
¿Qué esconden?
¿Qué escondo?
Prometer la verdad es imposible y
demasiado audaz,
abrirse así, sin artificio. Mejor fingir,
y abrir la herida adulterada
que encubre la pena sólo vivida
y amañar veraces alegrías,
quizás
amar al amor,
destellos del uno destilados,
proyecciones digeridas de los sueños.
Metapoesía, me diréis. Superlativo
para decir que sólo ando buscándome,
soplando pedazos, como un traje volátil de pestañas
suspirado sin vida a la inmensidad del desierto.
No, no os preocupéis. No soy yo el que habla.
Es sólo ese que sueña, que se embelesa
necio de sentimientos. No temáis, aún llevo la ropa.
Sólo saco al sol mis manos,
las mismas que mecánicas ejecutan
la malformación de la rutina.
No traigo preguntas. Menos insolentes respuestas.
Traigo sólo la memoria que inventé
mientras transcurría la vida.
Buscaré frases que me rediman,
que ofrezcan la fruta fresca
que penetre opípara por los ojos,
y fecunda, rezume indicios del porqué
de intentar rozar obstinado las emociones,
hacer rebotar ponderados los deseos.
Podría sumar palabras, como:
Crepitan los ángeles en mi boca, engendrando de chispas tu universo, o
hilvanar intenciones, como:
Almidonados se fraguan tus pasos en la orilla,
borrando de latidos tu credo…
o trazar agudo las siglas
que sutilmente iluminadas me recuerden
y asomen, aún de puntillas
los colores que en aristas anidan en mis venas,
la savia que imbricó virtuosa los sonidos
que me hacen soñar tu-mi voz.
Pero no.
Llamaré sin nudillos a las puertas,
sacudiré los árboles perdidos,
sorberé en silencio el celaje,
y los extenderé estampando este mantel
de palabras usadas y
de aullidos sin eco,
sin saber si hice danzar
con todo el ritmo debido.
Y cerraré este escaparate,
sin luces,
solo, y sólo
con un simple punto
y final,
que, palpitante, me transporte
a renacer de nuevo.
.
.
.
¿Se esconde verdad tras estos versos?
¿Belleza?
¿Qué esconden?
¿Qué escondo?
Prometer la verdad es imposible y
demasiado audaz,
abrirse así, sin artificio. Mejor fingir,
y abrir la herida adulterada
que encubre la pena sólo vivida
y amañar veraces alegrías,
quizás
amar al amor,
destellos del uno destilados,
proyecciones digeridas de los sueños.
Metapoesía, me diréis. Superlativo
para decir que sólo ando buscándome,
soplando pedazos, como un traje volátil de pestañas
suspirado sin vida a la inmensidad del desierto.
No, no os preocupéis. No soy yo el que habla.
Es sólo ese que sueña, que se embelesa
necio de sentimientos. No temáis, aún llevo la ropa.
Sólo saco al sol mis manos,
las mismas que mecánicas ejecutan
la malformación de la rutina.
No traigo preguntas. Menos insolentes respuestas.
Traigo sólo la memoria que inventé
mientras transcurría la vida.
Buscaré frases que me rediman,
que ofrezcan la fruta fresca
que penetre opípara por los ojos,
y fecunda, rezume indicios del porqué
de intentar rozar obstinado las emociones,
hacer rebotar ponderados los deseos.
Podría sumar palabras, como:
Crepitan los ángeles en mi boca, engendrando de chispas tu universo, o
hilvanar intenciones, como:
Almidonados se fraguan tus pasos en la orilla,
borrando de latidos tu credo…
o trazar agudo las siglas
que sutilmente iluminadas me recuerden
y asomen, aún de puntillas
los colores que en aristas anidan en mis venas,
la savia que imbricó virtuosa los sonidos
que me hacen soñar tu-mi voz.
Pero no.
Llamaré sin nudillos a las puertas,
sacudiré los árboles perdidos,
sorberé en silencio el celaje,
y los extenderé estampando este mantel
de palabras usadas y
de aullidos sin eco,
sin saber si hice danzar
con todo el ritmo debido.
Y cerraré este escaparate,
sin luces,
solo, y sólo
con un simple punto
y final,
que, palpitante, me transporte
a renacer de nuevo.
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