Editorial Alaire

Me ardes inclemente.
Jugamos a ser pirómanos de los papales perdidos.
No violas más que el vino a la neurona
y te cebas en el almizcle y el almíbar.
Sin tiempo a la acción.
La reacción en duermevela se entrega al temblor entre tus manos,
sin dejar que lave la suciedad adherida al ceño y la costilla.
La tensión áspera como un membrillo;
en caída libre
se vierte en el reguero que me llueve.
Siguen tras los talones las herraduras oxidadas
pero la desesperación nos supera
y el ansia no sacia la embestida de los huracanes.
Somos dos mares furiosos.
Nos rugen las olas, y sus caracolas
susurran historias de tesoros escondidos

Un poema amiga que atrapa,variedad de imágenes bellas, atrevidas, inusitadas. Es un placer siempre leerte, querida amiga, un abrazo.

Arrebatadoramente contundente y bello, Sandra, me ha encantado, enhorabuena y un abrazo..

Precioso Sandra. Como a dentelladas, el deseo busca la ternura dormida.
Me encantó pasar a visitarte.
Un beso

Que salgan a la luz los tesosos escondidos, que aquí son las palabras
que fulgen controlan el hondo sentir de este poema.

un abrazo

Apasionando y muy bien plantado en tierra lírica, Sandra.

Abrazos.

M e ha gustado leerte este poema.
Un abrazo.
Pepa

Somos dos mares furiosos.
Nos rugen las olas, y sus caracolas
susurran historias de tesoros escondidos


Sublime la belleza de estos últimos versos, Sandra.
Me encantó leerte, abrazos.

Precioso, envolvente, y rebosante de esa especial y salvaje sensualidad que imprimes a tus poemas con esas magníficas metáforas.

Tu poesía sigue en plena ascensión.

Bicos.

Hermoso poema de un fino erotismo que atrapa. Me gustó leerte.
Besos
Pilar

Se aparque le mesura, y, de paso a dos mares embravecidos...
pasionales a más no poder...
Una delicia de entrega muy entregada...
Un cordial abrazo.