Editorial Alaire

...


Viene la madrugada con su mortaja.
En la vertiente negra de la duda canta un mirlo
a la ventisca que lo azota.
Un tifón cerúleo conforma su soga
pétrea, fría, de garras
evanescentes, hacia las caléndulas
florecidas por si acaso a la injusticia, ofrendas
de un suspiro esclavizado.
Brotan muérdagos al espanto, bajo los árboles
desnudos de rabia, sedientas de convicciones caen
sus últimas ramas, un claustro de postes
decapitados, una pira ávida
de recelos
amartillada al desaliento.


De pronto
intermitentes luces...


Un punto. A lo lejos. Un
aleteo…
Una bandada ensordecedora
agita la tierra seca,
descubre las semillas yacentes, que germinan
de sosiego, convocando en sus alientos al rocío,
propósito de estrellas, tan deslumbrante, que fecunda,
en puro éxtasis
al firmamento,


pariendo al alba.


Yo nunca dejé de creer en ti.


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.
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Versos hermosos amigo que denotan un lirismo puro, final magnífico del poema, me ha gustado mucho, un abrazo fuerte.

Ésto es bellísimo estimado poeta. Tiene de todo en justa medida y es rico en su decir profundo. Uno lee y bebe y quiere más. Poesía en su mejor estado. Un gran abrazo y aplausos, amigo.

Manuel Alonso escribió:Versos hermosos amigo que denotan un lirismo puro, final magnífico del poema, me ha gustado mucho, un abrazo fuerte.

Muchas gracias querido Manuel por estas bellas palabras que me dedicas.
Un placer tenerte por aqui, un fuerte abrazo

Un poema hermoso y de gran lirismo. El final magnífico. Me encantó leerte.
Besos
Pilar

Gerardo Mont escribió:Ésto es bellísimo estimado poeta. Tiene de todo en justa medida y es rico en su decir profundo. Uno lee y bebe y quiere más. Poesía en su mejor estado. Un gran abrazo y aplausos, amigo.

Cuanto te agradezco tu palabras querido amigo Gerardo.
Un enorme abrazo para ti, gracia por tu lectura y tu paso.

Es muy bello y está espléndidamente trabajado. La consistencia de los signos de los dos bloques troncales del poema es casi física, como música programática. Y el final, claro, como dos ojos brillantes de lágrimas. Me ha encantado, Ventura. Abrazos.

Precioso, Ventura. Me ha gustado mucho el contraste y la sutileza y naturalidad con la que convive ese mestizaje de imágenes. El broche final eleva al poema y al lector. Feliz fin de semana y un abrazo,

Judit

Pilar Morte escribió:Un poema hermoso y de gran lirismo. El final magnífico. Me encantó leerte.
Besos
Pilar

Muchas gracias querida Pilar. A mi me encantó que pases por mis letras y me dejaras tu amable huella.
Un beso

Bruno Laja escribió:Es muy bello y está espléndidamente trabajado. La consistencia de los signos de los dos bloques troncales del poema es casi física, como música programática. Y el final, claro, como dos ojos brillantes de lágrimas. Me ha encantado, Ventura. Abrazos.

Muchas gracias amigo Bruno. Me alegro enormemente de tus palabras y tu paso.
Un fuerte abrazo

Esas luces intermitentes que te inspiran trajeron el lirismo a este poema
dominando de igual modo la calma y la tempestad.

Un abrazo

Ay ventura, a mí eso de las mortajas me impone un respeto, o más bien un yuyu, pero esta bandada, o desbandada poética tuya, como que da un cobijo una confianza singular, y eso, como que gusta...

Abrazos.

J. Paz escribió:Precioso, Ventura. Me ha gustado mucho el contraste y la sutileza y naturalidad con la que convive ese mestizaje de imágenes. El broche final eleva al poema y al lector. Feliz fin de semana y un abrazo,

Judit

Muchas gracias querida Judit. Queria etablecer esa correlación entre dos registros, cuando a pesar de lo evidente a los ojos, el sentimiento sigue vivo y consigue rescatar de lo profundo una verdad que siempre estuvo, incluso cuando parecía perdida para el resto del mundo.

Un beso y una buena semana para tí.

Ventura

Guillermo Cuesta escribió:Esas luces intermitentes que te inspiran trajeron el lirismo a este poema
dominando de igual modo la calma y la tempestad.

Un abrazo

Muchas gracias Guillermo por estas palabras tan gratas que me dedicas, es un placer de verdad tu paso.
Un fuerte abrazo

Isabel Moncayo escribió:Ay ventura, a mí eso de las mortajas me impone un respeto, o más bien un yuyu, pero esta bandada, o desbandada poética tuya, como que da un cobijo una confianza singular, y eso, como que gusta...

Abrazos.

Gracias por tu paso querida Isabel. Al final eso es lo que queda, la mortaja se cae, quiza son los pájaros que la tiran fuera removiendo sus alas, no hay yuyu, vuelan y vuelan.
Besos