Editorial Alaire

La desmesura, este fuera del muelle.
La espalda, estos arenales viejos
donde el río antes mojaba
y ahora crece en sus hoyos de sauce

el olor con que las hojas pudren
y es aún fresco, aún vientre, caballo,
sarro de luz ennegreciendo el aire.
Colores agrios que suben a tiritar

como errados milagreros las horas
improbables, las cuentas terminadas
a como estemos de ruido y de ceguera.
Siguen porque abrirán espuma y luna,

crujen marcas de sed en la arena, pasto
que no va a durar, un borde antiguo que
murmura así las manos de frías, el agua
quieta de los párpados, el río amarillo
que enciende su luz desde un cadalso.

Los versos se suceden, hermosos y resbalan por el alma, amigo, un poema excelente, te felicito, me ha gustado mucho, un abrazo.

Menos mal que Batman ha dejado su vida de violencia para escribir poesía, ha salido perdiendo la ciudadanía de Gotam, pero en Alaire hemos salido ganando .

Siempre me "mueven" tus versos, Macedonio.

Un abrazo.

Hay una concentración, la pausa de piedra blanda, y el lenguaje pasa a los sentidos, ha de dejarse obrar porque las bocanadas de aire están llenas de algo más que aire, la mirada no basta, ni la respiración, entonces la calma llega de otro sitio, es un testigo que quiere perfilarse evasivo, como el arco de un umbral visto desde debajo de su centro. Grande, Macedonio. Abrazos.

Manuel Alonso escribió:Los versos se suceden, hermosos y resbalan por el alma, amigo, un poema excelente, te felicito, me ha gustado mucho, un abrazo.

Gracias Manuel, siempre apoyando

Israel Liñán escribió:Menos mal que Batman ha dejado su vida de violencia para escribir poesía, ha salido perdiendo la ciudadanía de Gotam, pero en Alaire hemos salido ganando .

Siempre me "mueven" tus versos, Macedonio.

Un abrazo.

Abrazo grande Liñán, tábueno

Sustanciado y arrasador el poema. Un placer vivirlo.
Un abrazo.
Pepa

Bruno Laja escribió:Hay una concentración, la pausa de piedra blanda, y el lenguaje pasa a los sentidos, ha de dejarse obrar porque las bocanadas de aire están llenas de algo más que aire, la mirada no basta, ni la respiración, entonces la calma llega de otro sitio, es un testigo que quiere perfilarse evasivo, como el arco de un umbral visto desde debajo de su centro. Grande, Macedonio. Abrazos.

También un abrazo grande Bruno, gracias por el esfuerzo de ponerle palabras a esto

Muy bello trabajo de Macedonio.