DE LOS ROCES Y LOS GOCES
Publicado: Lun, 16 Jun 2014 13:19
Sobre los tiempos del aire,
vivimos,
sobre los cuerpos peregrinos,
entregados a los pasos del destino cierto.
Somos miedo y, sin embargo,
sentimos,
y los caminos nos envuelven
y vuelven insistentes los sonidos
de los roces y los goces,
y las voces nos llaman a perdernos,
y regresamos mendigos
a querernos,
y en los infiernos del alba la alcoba escucha,
y la conciencia calla.
Somos nada y, sin embargo,
todo es abrazo,
todo es cuerpo en tu regazo incierto,
en tu prado tibio,
en tu cálido río y en este mar
dispuesto a recibirte.
Somos campo en busca de simiente
y lluvia,
y se nos siente verano
cuando la boca busca y la mano envuelve,
y la tarde se dibuja lentamente
en las paredes.
Somos redes donde atrapar caricias.
somos intentos en busca de locuras,
de dudas y lamentos,
de besos ciertos y tiempos de lujuria intermitente.
Somos la noche que nunca termina,
el derroche que camina en el desierto,
el presente abierto,
el día y la hora.
Somos lascivia en busca de poesía,
la alegría de la espera,
el junco en la ribera y la amapola en el llano.
Sobre los tiempos del aire…
amamos.
vivimos,
sobre los cuerpos peregrinos,
entregados a los pasos del destino cierto.
Somos miedo y, sin embargo,
sentimos,
y los caminos nos envuelven
y vuelven insistentes los sonidos
de los roces y los goces,
y las voces nos llaman a perdernos,
y regresamos mendigos
a querernos,
y en los infiernos del alba la alcoba escucha,
y la conciencia calla.
Somos nada y, sin embargo,
todo es abrazo,
todo es cuerpo en tu regazo incierto,
en tu prado tibio,
en tu cálido río y en este mar
dispuesto a recibirte.
Somos campo en busca de simiente
y lluvia,
y se nos siente verano
cuando la boca busca y la mano envuelve,
y la tarde se dibuja lentamente
en las paredes.
Somos redes donde atrapar caricias.
somos intentos en busca de locuras,
de dudas y lamentos,
de besos ciertos y tiempos de lujuria intermitente.
Somos la noche que nunca termina,
el derroche que camina en el desierto,
el presente abierto,
el día y la hora.
Somos lascivia en busca de poesía,
la alegría de la espera,
el junco en la ribera y la amapola en el llano.
Sobre los tiempos del aire…
amamos.