Editorial Alaire

Quién pudiera…

Recordar ser ciego al evocar tu rostro,
aturdirse en estridencias
mientras resuena mi nombre en tus labios,
abrasarse en resolana para repudiar las caricias,
prohibir tu fragancia a todo olfato
y convertir tus besos en bocadillos triviales.

Quién pudiera ser indiferente
para no pasar por cobarde.

Quién pudiera no amarte
ni temerle al desamor.

Que poema bello cubierto de sentido
y de reflexiones amigo poeta.
A veces el no sentir es el inicio a sentir
con mayor intensidad.

Un placer leerle, le dejo saludos cordiales.

Quién pudiera no amarte
ni temerle al desamor.

Qué difícil lo pones, amigo Arturo, pero lo dices bellamente y gusta leerte
Besos
Pilar

Bello poema amigo, todas las estrofas son hermosas, las dos últimas sobre todo. Un placer y un abrazo.

Poema que se cierne en la contradicción de los sentidos.
Ser ciego y mudo no le conviene ni a la cobardía ni al amor.
Un poema consentido y con sentido y arte poetico.

Mi abrazo

Un placer de lectura. Precioso poema. Un abrazo,

Judit

Bellas reflexiones, versos preciosos. Un placer leer tu escrito, un fuerte abrazo.

El título nos lleva a un poema transparente y valeroso, Arturo. Desde una de las dimensiones conscientes, la primera persona siente e instrospecciona; darse o no darse por entero sin guardar nada, sin dosificarse; he ahí el precioso dilema. Y una vez dentro de lo ya entregado... todos los sentidos nos hablan del objeto amado (a veces hasta susurran y cantan)
Me ha gustado también el poder de identificación y la suavidad de sus seres metafóricos.

Abrazo y felicidad.