Editorial Alaire

En Fukushima daiichi
los pétalos se abren a la vida
a pesar de la sombra nuclear.

Hay una flor creciendo
en medio del desastre radiactivo.

Mutan las mariposas
que vuelan tristemente
en la melancolía de los días.

No queda mucho tiempo
para reaccionar a la catástrofe.

Mutan los peces grises
en las aguas que buscan la belleza.

¿Y cuándo mutaremos los humanos?
¿Tendrán que ser los monstruos
los que nos hagan ver que hay que cambiar?


Ana Muela Sopeña

Un poema brillante amiga, con un final escalofriante, pero certero, preciso y muy bello. Es un placer siempre, un abrazo fuerte.

Las existencias mutaron varias veces. Lo nuclear puede ser ruina,
pero "e lbien que por mal no venga" está vigente.
Toda catástrofe es signo de cambio y desarrollo. No habría vida si no existieran
las mutanzas. El universo y lo nuclear están hechos de lo mismo.

Cuatro mil quinientos millones de años han dado de sí y también de no,
hasta ahora el saldo es positivo y mi opinión también.

Los pétalos de flor, que decía mi nieta un día, adornan la busca del futuro.

un abrazo

Siempre nos haces ver los cambios y las necesidades. Eres una amiga comprometida.
Versos certeros y bellos
Abrazos
Pilar

Versos resilientes y bellos. Necesarios. Feliz día y un abrazo.

Judit

Versos que cautivan, sinceros pero a la vez hermosos. Un placer y un fuerte abrazo.

Mutan todos los seres en un mundo que
cambia y se adapta.
Un poema lindo amiga poetisa, es un placer
leer y dejar mis saludos.

[quote="Ana Muela Sopeña"]

Poema paradójico donde la vida bulle en medio del desastre. ¿Qué será del hombre?
Un abrazo.