Me llamo Ignacio García
Publicado: Vie, 02 May 2008 20:09
Me llamo Ignacio García,
naci en un lugar con bancos, árboles, perros y farolas,
las baldosas rojas me quemaban los pies.
¿No es bonito?
Un pañuelo empapado de sangre
apretándome el pecho,
una rosa,
medio tendón del dedo corazón al aire,
como una manguera en el pelo
de Sandra Esteban Robles,
en ese pelo rubio que olía a frutas del bosque,
en ese pantalón de chandal que olía a niños.
El olor a niños que corta el aliento.
El sandwich de mortadela mojada
en Cola con fanta.
En cola de veinte pesetas.
Todos los niños aman el motocross
y Florida,
por eso sus sueters son de Florida
y de Motocross.
Un coche bomba explotaba en Nueva Dheli.
Y así es como gané un concurso de cuentos.
¿Hay algo más triste, más bucólico
que no recordar la primera paja?
La primera, dulce e inocente paja.
¿Fue en mi casa, en el ascensor,
en el colegio?
¿Ojeaba alguna publicación?
¿Pensaba en Gloria, en Elena,
en todas a la vez?
Se hace grande el cartílago y.
¡Qué bonito era el Sol y tan borrachos!
Las colinas agrias y las axilas agrias.
Y mi generación del veintisiete
con Gerardo Diego muerto de pena.
Luego me enamoré como nos pasa a todos,
hicieron falta tres años para que la mujer que amaba
lo entendiera:
Nadie es un poeta por escribir poemas.
No voy a dejar de fumar por ti.
Así que me abandonó:
y no se trata de una metáfora:
estuve media hora metido en un armario.
llorando, y gritando, intermitentemente: Hija de puta.
Y ahora, pido el recibo en los cajeros,
tengo sueños eróticos con mis amigas,
cuento siempre los mismos cuatro chistes.
Tengo, entre las orejas, una balsa de vino,
la patada en la boca, el cisne en el horno,
si volvieras, me iría contigo toda la vida
a hacer motocross a Florida,
citando a los clásicos:
No soy un supermán
soy un hombre muy sencillo
que te quiere enamorar.
naci en un lugar con bancos, árboles, perros y farolas,
las baldosas rojas me quemaban los pies.
¿No es bonito?
Un pañuelo empapado de sangre
apretándome el pecho,
una rosa,
medio tendón del dedo corazón al aire,
como una manguera en el pelo
de Sandra Esteban Robles,
en ese pelo rubio que olía a frutas del bosque,
en ese pantalón de chandal que olía a niños.
El olor a niños que corta el aliento.
El sandwich de mortadela mojada
en Cola con fanta.
En cola de veinte pesetas.
Todos los niños aman el motocross
y Florida,
por eso sus sueters son de Florida
y de Motocross.
Un coche bomba explotaba en Nueva Dheli.
Y así es como gané un concurso de cuentos.
¿Hay algo más triste, más bucólico
que no recordar la primera paja?
La primera, dulce e inocente paja.
¿Fue en mi casa, en el ascensor,
en el colegio?
¿Ojeaba alguna publicación?
¿Pensaba en Gloria, en Elena,
en todas a la vez?
Se hace grande el cartílago y.
¡Qué bonito era el Sol y tan borrachos!
Las colinas agrias y las axilas agrias.
Y mi generación del veintisiete
con Gerardo Diego muerto de pena.
Luego me enamoré como nos pasa a todos,
hicieron falta tres años para que la mujer que amaba
lo entendiera:
Nadie es un poeta por escribir poemas.
No voy a dejar de fumar por ti.
Así que me abandonó:
y no se trata de una metáfora:
estuve media hora metido en un armario.
llorando, y gritando, intermitentemente: Hija de puta.
Y ahora, pido el recibo en los cajeros,
tengo sueños eróticos con mis amigas,
cuento siempre los mismos cuatro chistes.
Tengo, entre las orejas, una balsa de vino,
la patada en la boca, el cisne en el horno,
si volvieras, me iría contigo toda la vida
a hacer motocross a Florida,
citando a los clásicos:
No soy un supermán
soy un hombre muy sencillo
que te quiere enamorar.