Editorial Alaire

Veo gente jugando con smartphones,
también mira sus mails, chats y whatsapps.
Parece concentrada en lo que hace.

Ellos...
huyen a mundos suaves y virtuales
para no ver la cruda realidad.

Veo a los transeúntes
hablando por los móviles.
Creo ver que la luz se hace más gris.
No observan las farolas ni los puentes.
Apenas son conscientes de semáforos.
Avanzan, sin pensar, hacia la nada.

Somos organigramas de otros seres.
Ceros y unos puestos en un software.
Progresamos muy rápido
hacia el colapso o caos de este planeta.

Reflexiono en el viento de los sauces.
Busco el brillo en tus ojos especiales.
Sólo quiero escuchar tu voz en vuelo.

Rememoro despacio
los años tan nostálgicos, sin móviles.
La emoción del encuentro era total.

Ahora todo el tiempo conectados
y total para nada -o poca cosa-.

Quiero mirar al otro sin pantallas.
Y quiero que me miren sin los bits.
Fuera de teclas frías.
Dentro de los secretos
de una galaxia joven e inconsciente...


Ana Muela Sopeña

Qué bien has recogido la evolución de la técnica y la vida sin ella. Un poema precioso para
reflexionar.
Besos
Pilar

Extraordinario, amiga, un poema muy hermoso, qué razón tienen tus versos, estamos demasiado tiempo conectados para nada, como dices, quieres mirar al otro sin pantallas, como también, pero no crees amiga, no sé, se me ocurre ahora, que lo que verías sería una máscara?, pregunto, un abrazo.

Smartfhon y obnubilamiento es casi la misma cosa. Que corta es la visión
y la mirada que se olvida de casi todo lo que rige el universo.

Qué va a ser de los humanos cuando falle la tecnología?
A los poetas nos quedará alguna imagen del pasado?

Interesante y magnífico poema, amiga

un abrazo

Muchas gracias, Pilar:

Un fuerte abrazo
Ana