NO HAY PALABRA QUE NO TE NECESITE
Publicado: Mar, 27 May 2014 18:52
Escucha,
acércate a las hojas de este cuerpo
que, poco a poco se desnuda,
que acumula las lunas cada noche,
y caduca lentamente
sobre el lienzo de tu frente de gaviota,
Quiero tu caricia nuevamente interpretada,
alada,
terrestre,
vivir, hasta morir pausadamente
en las puertas de tu boca
y encenderme de nuevo en el misterio,
cuando caiga tu ropa y mi pecho sienta,
y mi desnudo entienda que eres tu
quien me labra a borbotones,
y nos dejemos caer a los abismos suavemente
y tu pelo me marque a fuego vivo,
y la pasión se escriba incandescente.
Sé que he dicho por todo y para todos,
que he querido cualquier modo de sentirte,
cualquier lugar donde huirte y encontrarte
porque no hay palabra que no te necesite,
ni silencio que no grite tu presencia,
ni ausencia que no duela hasta llamarte
letra a letra.
No sé cuándo, ni como,
ni en que lugar del tiempo serás hora,
pero sé,
que habrá una aurora que no termine
a los pies de tu silencio
y abrazaré tu cuerpo sin fisuras,
y volveré a ser cuerdo en la locura de decirte
que todo es nuevo,
que otro día mi mano se ha empeñado
en escribirte,
que amarte es un camino de regreso
y todavía es ayer,
y aun eres mujer en tiempo de destino.
acércate a las hojas de este cuerpo
que, poco a poco se desnuda,
que acumula las lunas cada noche,
y caduca lentamente
sobre el lienzo de tu frente de gaviota,
Quiero tu caricia nuevamente interpretada,
alada,
terrestre,
vivir, hasta morir pausadamente
en las puertas de tu boca
y encenderme de nuevo en el misterio,
cuando caiga tu ropa y mi pecho sienta,
y mi desnudo entienda que eres tu
quien me labra a borbotones,
y nos dejemos caer a los abismos suavemente
y tu pelo me marque a fuego vivo,
y la pasión se escriba incandescente.
Sé que he dicho por todo y para todos,
que he querido cualquier modo de sentirte,
cualquier lugar donde huirte y encontrarte
porque no hay palabra que no te necesite,
ni silencio que no grite tu presencia,
ni ausencia que no duela hasta llamarte
letra a letra.
No sé cuándo, ni como,
ni en que lugar del tiempo serás hora,
pero sé,
que habrá una aurora que no termine
a los pies de tu silencio
y abrazaré tu cuerpo sin fisuras,
y volveré a ser cuerdo en la locura de decirte
que todo es nuevo,
que otro día mi mano se ha empeñado
en escribirte,
que amarte es un camino de regreso
y todavía es ayer,
y aun eres mujer en tiempo de destino.