Editorial Alaire

...


Ya sé lo que diréis.
Diréis que no fui yo,
que no estuve allí cuando la vi partir.
¡Pero si estaba!: me enseñó sus manos,
redondas como pompas, blancas como lunas.

Creció en suspiros vanos, como nube blanca almacenando tormentas,
cabía en una sonrisa
transparente, sus pasos no dejaban huella,
sigilosos, naipes de gasa vadeando temporales.

Sentada junto a mí,..............a veces,
salía de telediarios airada envuelta en escarcha, escupiendo la sangre,
vulnerable, hundiendo en hambres sus magullados ojos.

Inmensa como era, fue disipándose tras las llamas,
cegaron las cortinas las chispas de sus albos rayos.
Y se echó a andar, sin mirar atrás.

Y sin reconocerme, me enseñó sus manos,
redondas como pompas, blancas como lunas,
agitándolas al aire en espuma, difuminándose para no volver.

Adiós,..............adiós,


inocencia.

.
.
.

Qué poema más conmovedor amigo, cuando se pierde la inocencia se penetra en el mundo de los mayores, el mundo de la superviviencia. Hermosos versos que cautivan hasta el final magnífico. Un placer amigo y un abrazo.

Y yo, que llego de caminar, caminar, caminar, de caminar muchos kilómetros por el Camino de Santiago, que llego inmersa en verdes y límpidos azules, quisiera de la inocencia de las montañas y prados, darte algo de lo que me he traído.
Mucha ha venido conmigo, mucha inocencia ¿quieres?

Un final sorprenderte en un hermosísimo poema que se disfruta de principio a fin
besos
Pilar

Precioso y profundamente conmovedor. Creo que has escrito un enorme poema, Ventura.

De pie para los aplausos, compañero.

Manuel Alonso escribió:Qué poema más conmovedor amigo, cuando se pierde la inocencia se penetra en el mundo de los mayores, el mundo de la superviviencia. Hermosos versos que cautivan hasta el final magnífico. Un placer amigo y un abrazo.

Muchas gracias Manuel, por tantos momentos de apoyo y por esa lectura sabia y sensible.
Seguro que el placer es compartido

Un fuerte abrazo

Concha Vidal escribió:Y yo, que llego de caminar, caminar, caminar, de caminar muchos kilómetros por el Camino de Santiago, que llego inmersa en verdes y límpidos azules, quisiera de la inocencia de las montañas y prados, darte algo de lo que me he traído.
Mucha ha venido conmigo, mucha inocencia ¿quieres?

Al Camino de Santiago? que suerte Concha, y...¿cómo ha quedado al pasar tus corales?
Y sí, sí!, tirame un puñadito, hacia atrás, con los ojos cerrados, seguro me llega.
Besos y gracias gracias

Pilar Morte escribió:Un final sorprenderte en un hermosísimo poema que se disfruta de principio a fin
besos
Pilar

Gracias Querida Pilar, es siempre un verdadero placer que pases por mis letras, ¡me alegra tanto que te gustara!
Un fuerte beso

Hermoso cuento para adultos. Hay mucha sensibilidad. Es un poema precioso, Ventura. Un abrazo,

Judit

Si, se fue. Escogió dar un salto hacia la sensación abierta a muchas cosas
que empiezan a parecer sensatas, mas nadie sabe donde irán a parar.
Ya la inocencia no vuelve a tocar el sentir sin deterioro.

Un aplauso y un abrazo

Hallie Hernández Alfaro escribió:Precioso y profundamente conmovedor. Creo que has escrito un enorme poema, Ventura.

De pie para los aplausos, compañero.

Gracias amiga Hallie. Me encanta que te gustara admirada poeta
Un beso grande, tan cerca que casi lo oyes

Hermoso poema, Ventura. Un trabajo imprescindible.

Un gran abrazo, amigo.
Felipe.

J. Paz escribió:Hermoso cuento para adultos. Hay mucha sensibilidad. Es un poema precioso, Ventura. Un abrazo,

Judit

Muchas gracias querida Judit.
Me alegra mucho que te haya gustado el poema.
Un beso grande y feliz domingo

Guillermo Cuesta escribió:Si, se fue. Escogió dar un salto hacia la sensación abierta a muchas cosas
que empiezan a parecer sensatas, mas nadie sabe donde irán a parar.
Ya la inocencia no vuelve a tocar el sentir sin deterioro.

Un aplauso y un abrazo

Querido Guillermo, gracias por tu lectura y tu comentario, e sun placer tenerte por aqui.
Un fuerte abrazo

Ventura, un poema conmovedor que
nos invita a reflexionar de principio a
fin.
Le dejo mis saludos cordiales, es un
placer leerle.