LA CASA
Publicado: Dom, 18 May 2014 17:39
Era de dentro a fuera la fachada. La erosión del tiempo, un color sepia deteriorado por la falta de observarla. Como decía, era de dentro a fuera; su voz, su gemido de madera, su crujir. Guarda el secreto que nunca nos confiesa. Su calor se confunde con la húmeda soledad de las paredes. Pero hay un llanto que conmueve, un llanto emparedado, despierta cada noche en su desnudez interna.
Un hogar desahuciado de fantasmas. Ya no hay vida que cueza a fuego lento la sopa del desencanto. Sí fragancia. El perfume a rancio del cartón anciano.
Fue el primer recuerdo; las moquetas infestadas de ácaros, las puertas con lunas en sus vidrieras. La cocina independiente y el fogón. El caldo con el desconchado gotelé. Toda una infancia esparcida por el suelo. Igual que la bolsa de leche que dejaban cada día junto a la puerta. Ya no está el descansillo. Sólo ladrillos rojos. Sólo tejados yertos.
Un hogar desahuciado de fantasmas. Ya no hay vida que cueza a fuego lento la sopa del desencanto. Sí fragancia. El perfume a rancio del cartón anciano.
Fue el primer recuerdo; las moquetas infestadas de ácaros, las puertas con lunas en sus vidrieras. La cocina independiente y el fogón. El caldo con el desconchado gotelé. Toda una infancia esparcida por el suelo. Igual que la bolsa de leche que dejaban cada día junto a la puerta. Ya no está el descansillo. Sólo ladrillos rojos. Sólo tejados yertos.