Editorial Alaire

La herida del dolor es invisible,
se retuerce en los túneles del hambre
cuando todo se anega en el silencio.
La sangre de la herida es un aullido
que suena por las noches
en mitad de lo oscuro e innombrable.
Claman las pesadillas
en las elipses negras y desnudas.
Todo lo que nos duele es sólo arena
que el viento de los sauces
transporta al infinito,
pero mientras nos habla con su vértice
nos obliga a mirar
más allá del secreto de la máscara.


Ana Muela Sopeña

Brillante el poema y versos maravillosos, amiga, te felicito, te envío un fuerte abrazo.(espero estés mejor).

Qué bien has descrito el aullido del dolor. Un gusto leerte
Besos
Pilar

Brillante composición que muestra ese talento sin el cual no es posible escribir un buen poema. Mi felicitación.
Un fuerte abrazo.

Qué bien expresado, Ana. Ese giro final nos envuelve en muchos significados.

"La sangre de la herida es un aullido
que suena por las noches
en mitad de lo oscuro e innombrable."

Estos tres versos son muy buenos.
Abrazos y pronta mejoría, querida poeta.

Me gusto todo y cada palabra de estas elipses negras.

Un verdadero placer pasar por tu obra lleno de máscaras, te espero en mi obra.
javier

El dolor se vuelve belleza en tus magníficos versos. Un placer la lectura.
Un abrazo.
Pepa

Aunque los sueños sueños son que reales se presentan las pesadillas
Son como de plomo. Buen aullido el de tus versos.

un abrazo

Muy buen poema de principio a fin. Enhorabuena y un abrazo.

Excelentes versos, Ana. Te felicito. Un abrazo.

Gracias, Manuel, por pasar por lo mío y decírmelo...

Un beso
Ana

Impresionante descripción. Palabra a palabra, todas plenas de contenido. Precioso. Un abrazo,

Judit

Un placer pasar por tu palabra, y un placer de lectura, que echa un lazo al dolor y tira hacia los ojos, para mirarlo de frente.
Un beso grande