Editorial Alaire

J. J. M. Ferreiro escribió:Aire y silencio
eran como una bolsa transparente
encerrando las luces, piedras y sombras de la plaza.

Corbain yacía al borde de la noche,
sus grandes manos,
parecían dos aspas blancas
alargadas y tétricas,
en una penumbra escondidas
tras la ligera claridad de los arbustos espinosos.

Tres veces exclamó Corbain su nombre
en el olvido de las calles.
Tres veces retemblaron los labios tiesos del insomnio
revueltos en la hierba,
rajando el hambre de su efervescente
sensualidad.
Tres veces destelló la ciudad con sus ratas
allí donde las calles abrían sus cadáveres.

La muerte esconde su propia obscenidad tras los arbustos. Es inevitable, aunque siempre hay un eco que resuena, que retumba en el silencio aparente y estremecedor. La muerte aflora lo que escondemos siempre, la sombra, la sombra de la sombra. Y resuena el olvido, la desmemoria, el miedo. Este poema es un eco, un trueno en el silencio.
Saludos.

un poema hermoso, amigo, y un cierre preciso, bello, es un placer leerte, un abrazo.

ROBERTO LÓPEZ escribió:La muerte esconde su propia obscenidad tras los arbustos. Es inevitable, aunque siempre hay un eco que resuena, que retumba en el silencio aparente y estremecedor. La muerte aflora lo que escondemos siempre, la sombra, la sombra de la sombra. Y resuena el olvido, la desmemoria, el miedo. Este poema es un eco, un trueno en el silencio.
Saludos.

Gracias, Roberto, por abrir este tema, además de que tu comentario nos ofrece una sabia reflexión de las profundas interioridades del poema.

Un abrazo, querido amigo.

Este tempus fugit está dando mucho de sí y bien, tu poema es una muestra de la belleza
que despliega.
Besos
Pilar

Me ha encantado el ambiente creado. Sobrio, casi el fervor de una tragedia bíblica. Muy bueno. Un abrazo.

J. J. M. Ferreiro, Para leer y deleitarse desde el pupitre. Mis congratulaciones, poeta!

J. J. M. Ferreiro escribió:Aire y silencio
formaban una bolsa transparente
que encerraba las luces, piedras y sombras de la plaza.

Corbain yacía al borde de la noche,
sus grandes manos,
parecían dos aspas blancas
alargadas y tétricas,
en una penumbra escondidas
tras la ligera claridad de los arbustos espinosos.

Tres veces exclamó Corbain su nombre
en el olvido de las calles.
Tres veces retemblaron
los labios tiesos del insomnio
revueltos en la hierba,
rajando el hambre
de su hirviente sensualidad.
Tres veces destelló la ciudad y sus ratas
allí donde las calles abrían sus cadáveres.

Cómo me ha gustado esta entrega de Corbain. Se ha superado a sí misma, escala unos Alpes líricos envidiables.

Todo reseñable, todo, sí.

De pie para la ovación, compañero y querido amigo.

Un poema Ferreiro de tintes existencialistas, un placer pasar por tu obra muy particular y de mucha fuerza, original.
javier

Manuel Alonso escribió:un poema hermoso, amigo, y un cierre preciso, bello, es un placer leerte, un abrazo.

Gracias, Alonso, por estar ahí. Es un honor tenerte en este sitio.

Un abrazo.

Esta nueva entrega hace honor a la saga de Corbain, amigo Ferreiro. Los valores de tu personaje se ven ambientados al límite de las espinas que presiden su atalaya. Corbain y las frustraciones del sujeto pasivo en la jungla del asfalto. Depredador de la problemática emocional y, al mismo tiempo, inevitable presa de ella.
Ha sido un placer leerte. Felicidades por el poema.
Un fuerte abrazo.

Pilar Morte escribió:Este tempus fugit está dando mucho de sí y bien, tu poema es una muestra de la belleza
que despliega.
Besos
Pilar

Gracias Pilar, con sinceridad te digo, salvo algunas excepciones, que me parece un libro mágnífico.

Un fuerte abrazo, querido amigo.

Lo he vuelto a leer, Ferreiro, y me repito (perdón por ello) es magnífico.

Abrazo y felicidad.

Qué gran poema, amigo Ferreiro. Te felicito una vez más. Un abrazo.

Imágenes preciosas. Métrica impecable que combina 5, 7, 9 y 11, a veces hilvanados uno y otro en el mismo verso, pero manteniendo la eufonía y la belleza. Esa belleza que tú sabes trasladar al papel de forma tan exquisita. Extraordinario.
Un abrazo, José Juan.
Jerónimo