a manojos,
salvajes margaritas abrigarán la mesa,
(palpita la carne )
cuencos tus manos-copas
escanciaré néctar de mandarinas y un hielo.
Magnolios y cerezos serán lecho
y en el quicio de los labios,
un beso de mar marina.
( soy eso )
Voy a brindar por ti,
por la espera,
por los puntos cardinales,
por esa cruz de los hombros de la que soy peregrina,
por la savia que anuncia el tronco
( si díces ven )
Por ti,
alzo los ojos
desde el aljibe
mientras el colibrí mulle musgos y helechos.
(Reed. ) ( Sólo hoy es ocho de mayo en Alicante de 2014, mañana ya no. Siempre por tanto, Carpe Diem)