Editorial Alaire

Desde la azotea de mis latidos
sigue latiendo en rojo y negro el corazón,
su mecánica de pequeños bombeos.
la sal perdida en nuestros cuerpos
se ha secado en la distancia.
Pasarán las horas gastadas
en este calendario indolente
donde nunca es primavera.
Te buscaré en todos sin saberlo,
en ese comercio de cuerpos y caricias
de otros mercaderes,
pero, ya nunca les daré la luz,
me guardaré la fragancia,
no entregaré el corazón de la rosa,
su terciopelo salvaje,
las alas de sus pétalos,
el rocío imborrable de su pecho,
la ilusión ha volado como un pájaro
y un funeral de razones no pueden explicarla.
Así, en este silencio inexorable de tumbas
enterramos nuestros pequeños latidos,
al amparo del mármol que cubre nuestros cuerpos,
al olvido de las horas muertas.

Intuyo la suave melancolía por lo perdido, por aquél que dió sentido por un tiempo a tus latidos, a tu vida. Por eso consigues que nos identifiquemos inexorablemente con tus versos y busquemos en ellos otros latidos y otras horas, las nuestras, que ya no volverán. Un poema muy hermoso, querida amiga.
Un abrazo
J. Manuel

Carmen, un poema magnífico, al olvido de las horas muertas, dices, hermoso cierre, amiga, un saludo.

" La ilusión ha volado y un funeral de razones no pueden explicarla"

Esto me parece una belleza, Carmen. Creo que es una frase que vale un poema.

Mi abrazo.

Me ha gustado pasar por tu hermoso poema y disfrutarlo. Un cierto pesimismo envuelto en belleza
cierra tu sentir.
Besos
Pilar

Bellísimo poema, Carmen.

Ese olvido de las horas muertas es muy romántico.

Te felicito
Besos
Ana

Carmen, tienes una muy particular capacidad para impregnar cada uno de tus versos
con la esencia de las emociones, convirtiéndose asi, en la emoción misma.
Nos llevas a respirar el aire que en ese momento exhala tu espíritu y nos pones en
total sintonía con ese entorno afectivo que te envuelve. Esto no resulta tan complicado cuando se expresa el dolor, pero bien recuerdo poemas tuyos donde has trasmitido emociones opuestas, mas cálidas y cercanas a la euforia que nos da el amor (tal vez el mismo que hoy añoras).

Si las sensaciones que nos da el enamoramiento son transitorias, también lo son aquellas que se derivan de las rupturas o el desamor. Lo que nunca será transitorio es la filigrana de ese talento que destila tu sublime sensibilidad.

No hay generosidad en mis palabras, sólo hay reconocimiento ante lo que para todos es obvio.

Un cálido y afectuoso abrazo, Carmen, amiga.

José Manuel Sáiz escribió:Intuyo la suave melancolía por lo perdido, por aquél que dió sentido por un tiempo a tus latidos, a tu vida. Por eso consigues que nos identifiquemos inexorablemente con tus versos y busquemos en ellos otros latidos y otras horas, las nuestras, que ya no volverán. Un poema muy hermoso, querida amiga.
Un abrazo
J. Manuel

Melancolía si tengo, pero a mi vida procuro darle sentido yo misma y no dejarla en ningunas manos que no sean las mías. Muchas gracias José Manuel por pasarte a comentar, por tus palabras que siempre están llenas de generosidad, por tu tiempo para este pequeño poema.

Un abrazo grande,

Carmen

Manuel Alonso escribió:Carmen, un poema magnífico, al olvido de las horas muertas, dices, hermoso cierre, amiga, un saludo.

Gracias, Manuel, tu generosidad siempre llega y tus amables palabras son una preciosa recompensa.

Un abrazo.

Carmen

Manuel Sánchez escribió:" La ilusión ha volado y un funeral de razones no pueden explicarla"

Esto me parece una belleza, Carmen. Creo que es una frase que vale un poema.

Mi abrazo.

Gracias, amigo, sabes que cuando tú pasas haces algo mejor los versos...

El mío de todo corazón.

Carmen

Pilar Morte escribió:Me ha gustado pasar por tu hermoso poema y disfrutarlo. Un cierto pesimismo envuelto en belleza
cierra tu sentir.
Besos
Pilar

No soy nada pesimista, algo nostálgica sí, pero ser pesimista es un lujo que no puedo permitirme. A veces la melancolía hace estas cosas...Siempre me parece un lujo tu presencia, que te agradezco de corazón.

Besos,

Carmen

Ana Muela Sopeña escribió:Bellísimo poema, Carmen.

Ese olvido de las horas muertas es muy romántico.

Te felicito
Besos
Ana

Gracias, Ana te agradezco tu presencia en mis intentos...

Besos

Carmen

Arturo Rodríguez Milliet escribió:Carmen, tienes una muy particular capacidad para impregnar cada uno de tus versos
con la esencia de las emociones, convirtiéndose asi, en la emoción misma.
Nos llevas a respirar el aire que en ese momento exhala tu espíritu y nos pones en
total sintonía con ese entorno afectivo que te envuelve. Esto no resulta tan complicado cuando se expresa el dolor, pero bien recuerdo poemas tuyos donde has trasmitido emociones opuestas, mas cálidas y cercanas a la euforia que nos da el amor (tal vez el mismo que hoy añoras).

Si las sensaciones que nos da el enamoramiento son transitorias, también lo son aquellas que se derivan de las rupturas o el desamor. Lo que nunca será transitorio es la filigrana de ese talento que destila tu sublime sensibilidad.

No hay generosidad en mis palabras, sólo hay reconocimiento ante lo que para todos es obvio.

Un cálido y afectuoso abrazo, Carmen, amiga.

Gracias, Arturo, por pasarte a comentar este tímido intento de expresarme...porque siempre me llega la calidez de tus palabras y las agradezco de corazón. Mas allá de que a veces en estos remotos mundos virtuales existan complicidades...inexplicables (eso me sucede contigo) te agradezco mucho tus comentarios, que siempre son extensos y que además se aprecia el calor humano y sincero de tus palabras.

No sé, supongo que una escribe como es...yo lo hago y sí, a que negarlo soy emotiva en todos los estados transitorios en los que me encuentre...ya sea en la alegría o en la nostalgia, por lo demás tengo muy claro que todo es transitorio...hasta la vida misma, así que esos estados son un lujo en sí que a veces me permito, tanto los alegres como los que no los son tanto.

Un abrazo muy grande y toda la felicidad.

Carmen

Hermosa melancolía. Versos delicados e íntimos que he disfrutado. Unha aperta.

ayyyyyyyyyyyyysssss Carmen, me dejas un ay cuando te leo en el pecho, con todo el dolor vertido en los papeles blancos, con todo el amor latiendo en tu pulso. Me dejas con el suspiro temblando de escuchar tu gran voz.

Un fuerte abrazo