Carta a Susi
Publicado: Dom, 13 Abr 2014 11:32
A Leopoldo María Panero
Conozco poco, Susi de Leopoldo Panero. Vi hace muchos años la película de Jaime Chávarri, y se deducía de ella que era una familia destrozada por la personalidad autoritaria del patriarca, muy acorde él con los principios del Movimiento y buen poeta. Te soy sincero Susi, no he tenido contacto personal con su hijo, poeta que ocupó durante unos días mi atención, Leopoldo María. Sin entrar en una cualificacón estética o formal, te diría que siempre es interesante, incisivo y cultísimo. Creo poder responder a sus motivaciones como poeta y como hombre desarraigado, siempre en una espiral de drogas y locura. Creo sentir el vacío que puede acompañar a ese preso, creo en la locura que nos acompaña a los poetas (yo sé que tú sabes que no me refiero a quienes escriben bellos versos). Pienso en la cobardía de una pequeña burguesía que ha aprendido a actuar de una forma correcta ante ellos pero que nunca es comprensiva. He conocido a personas muy decentes que ante cualquier discusión trivial no han dudado en recordarles a todos ellos lo que hicieron alguna vez durante sus locuras, aún me suena en la cabeza esa máxima que el pequeño burgués no dice con los labios, pero demuestra que siente; todos somos iguales pero yo soy mejor que muchos de los que me rodean, y conozco sus debilidades, yo soy intachable.
(25-01-2012)
Conozco poco, Susi de Leopoldo Panero. Vi hace muchos años la película de Jaime Chávarri, y se deducía de ella que era una familia destrozada por la personalidad autoritaria del patriarca, muy acorde él con los principios del Movimiento y buen poeta. Te soy sincero Susi, no he tenido contacto personal con su hijo, poeta que ocupó durante unos días mi atención, Leopoldo María. Sin entrar en una cualificacón estética o formal, te diría que siempre es interesante, incisivo y cultísimo. Creo poder responder a sus motivaciones como poeta y como hombre desarraigado, siempre en una espiral de drogas y locura. Creo sentir el vacío que puede acompañar a ese preso, creo en la locura que nos acompaña a los poetas (yo sé que tú sabes que no me refiero a quienes escriben bellos versos). Pienso en la cobardía de una pequeña burguesía que ha aprendido a actuar de una forma correcta ante ellos pero que nunca es comprensiva. He conocido a personas muy decentes que ante cualquier discusión trivial no han dudado en recordarles a todos ellos lo que hicieron alguna vez durante sus locuras, aún me suena en la cabeza esa máxima que el pequeño burgués no dice con los labios, pero demuestra que siente; todos somos iguales pero yo soy mejor que muchos de los que me rodean, y conozco sus debilidades, yo soy intachable.
(25-01-2012)