Editorial Alaire

Día a día se disfrazan los peldaños de jirafas.


¡ Qué dislate pretender en mi cabeza el sombrero del vecino !

cada quien, tiene su horma y la mía
-- caracola entre las algas --
se acomoda sin remedio al murmullo de las olas.

¿A qué pretender bufandas que adornen tan largo escote?

me fundo en el amarillo con que se cubren sus patas.




(Pues del 2005, retomo ésto que encuentro, y sigo quedándome en lo bajito, en el trocito más pequeñajo de la jirafa, allí estoy como en casa. Ah, mañana Domingo de Ramos en Alicante, al menos)

¿Colocas escaleras en el mar? Cabezas de jirafa sin sombrero
surgirán de las profundidades para respirar.

No hay bufandas largas que adornen tanto escote.

¿Hay alguien que se apropie para sí los ramos de este Domingo, siendo gratis?

Un abrazo

Anda, salerosa, que me encantaría escribir con tus registros. No le pidas el sombrero que el tuyo
te queda genial.
Besos
Pilar

Un poema hermoso y delicadísimo en su fuerza humana, Concha.

Abrazos, salud y felicidad a montones.

Un hermoso poema, amiga y un final sublime, gracias, un saludo.

La deliciosa poesía de Concha.

Guillermo Cuesta escribió:¿Colocas escaleras en el mar? Cabezas de jirafa sin sombrero
surgirán de las profundidades para respirar.

No hay bufandas largas que adornen tanto escote.

¿Hay alguien que se apropie para sí los ramos de este Domingo, siendo gratis?

Un abrazo

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Ya sabes Guillermo, mi cabeza da para eso y más, coloco escaleras en las jirafas y el mar lo lleno de sombreros, sí.

¿Lo dudas?

abrazos y sigo trabajando, esto es una pausa.... marina.

¡Qué hermosura, Concha! Me encantó, siempre es un placer el soplo de aire fresco que trae tu poesía.

Un abrazo.