Editorial Alaire

Las horas de la rutina son inmortales.

Plácidamente
el desliz del insecto
anuncia el día.

Mis ojos cansados dibujan
cumbres de letras
enmohecidas por la edad.

No hay sonidos que llamen al horror,
un espectro de silencios acompaña
al diminuto espacio
donde la luz se aprisiona.

Sé que la vida crece como una planta inconexa,
sé que morirán los ecos que la noche alumbra
con neones azules.

Alguien me espera entre muebles de sal,
su rotundo cuerpo se apoya en mi infancia
como guardián y faro.

No, no existe ya la conmiseración del padre,
tampoco la lágrima de un amor inútil
o el rosario peregrino de la falsedad.

Es un sendero de metrópoli,
de abedules sin azar y labios que aúnan
ronquidos de ley en su vientre angosto.

Guardaré tu nombre bajo las caderas rotas.

Hoy que veo tu perfil como pirámide húmeda,
me pregunto si alguna vez el sol de una mirada
interrumpió las ondas de este corazón imberbe
que en su latitud fósil todavía resiste.

Ramón Carballal escribió:Las horas de la rutina son inmortales.

Plácidamente
el desliz del insecto
anuncia el día.

Mis ojos cansados dibujan
cumbres de letras
enmohecidas por la edad.

No hay sonidos que llamen al horror,
un espectro de silencios acompaña
al diminuto espacio
donde la luz se aprisiona.

Sé que la vida crece como una planta inconexa,
sé que morirán los ecos que la noche alumbra
con neones azules.

Alguien me espera entre muebles de sal,
su rotundo cuerpo se apoya en mi infancia
como guardián y faro.

No, no existe ya la conmiseración del padre,
tampoco la lágrima de un amor inútil
o el rosario peregrino de la falsedad.

Es un sendero de metrópoli,
de abedules sin azar y labios que aúnan
ronquidos de ley en su vientre angosto.

Guardaré tu nombre bajo las caderas rotas.

Hoy que veo tu perfil como pirámide húmeda,
me pregunto si alguna vez el sol de una mirada
interrumpió las ondas de este corazón imberbe
que en su latitud fósil todavía resiste.

Hola Ramón, leí el poema tres o cuatro veces, para sostener ese ambiente que logras. El poema todo, y los cuatro versos finales, que los veo en sí como un poema, me los llevo y los guardo.
Es muy grato visitarte cada vez, abrazos, Luna.-

Hermoso poema Ramón, me ha gustado mucho. Especialmente, me quedo
con la última estrofa, es un placer leerte. Un enorme saludo.

Ramón, un nuevo poema fantástico de la niñez, las ausencias y ese final que recoge el sentido
actual. Me gustó y lo disfruté, siempre es así
Besos
Pilar

Un poema lleno de hermosura y fuerza evocadora; placer absoluto de lectura.

Abrazo fuerte y mi sincera enhorabuena, querido compañero.

Un placer entretenerse en tus palabras.
Un abrazo.
Pepa

Ramón, me ha gustado mucho tu poema, te felicito, un abrazo.

Me ha gustado tu poema, Ramón, ya veo que no está entre lo que representa tu original estilo. Pero es tan bueno como aquellos que sí lo hacen.

Un abrazo.

Luna de Nos escribió:

Ramón Carballal escribió:Las horas de la rutina son inmortales.

Plácidamente
el desliz del insecto
anuncia el día.

Mis ojos cansados dibujan
cumbres de letras
enmohecidas por la edad.

No hay sonidos que llamen al horror,
un espectro de silencios acompaña
al diminuto espacio
donde la luz se aprisiona.

Sé que la vida crece como una planta inconexa,
sé que morirán los ecos que la noche alumbra
con neones azules.

Alguien me espera entre muebles de sal,
su rotundo cuerpo se apoya en mi infancia
como guardián y faro.

No, no existe ya la conmiseración del padre,
tampoco la lágrima de un amor inútil
o el rosario peregrino de la falsedad.

Es un sendero de metrópoli,
de abedules sin azar y labios que aúnan
ronquidos de ley en su vientre angosto.

Guardaré tu nombre bajo las caderas rotas.

Hoy que veo tu perfil como pirámide húmeda,
me pregunto si alguna vez el sol de una mirada
interrumpió las ondas de este corazón imberbe
que en su latitud fósil todavía resiste.

Hola Ramón, leí el poema tres o cuatro veces, para sostener ese ambiente que logras. El poema todo, y los cuatro versos finales, que los veo en sí como un poema, me los llevo y los guardo.
Es muy grato visitarte cada vez, abrazos, Luna.-

Muchas gracias por tu lectura y comentario, Luna. Me alegra verte por aquí. Un abrazo.

Dani Calvo escribió:Hermoso poema Ramón, me ha gustado mucho. Especialmente, me quedo
con la última estrofa, es un placer leerte. Un enorme saludo.

Muchas gracias por tu comentario, Dani. Me alegra que te haya gustado el poema. Un saludo cordial.

Pilar Morte escribió:Ramón, un nuevo poema fantástico de la niñez, las ausencias y ese final que recoge el sentido
actual. Me gustó y lo disfruté, siempre es así
Besos
Pilar

Gracias, Pilar. Me alegra que te haya gustado el poema. Un abrazo.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Un poema lleno de hermosura y fuerza evocadora; placer absoluto de lectura.

Abrazo fuerte y mi sincera enhorabuena, querido compañero.

Gracias, Hallie, por tu amable comentario. Un abrazo.

Josefa A. Sánchez escribió:Un placer entretenerse en tus palabras.
Un abrazo.
Pepa

Gracias, Pepa, por la visita y el comentario. Un abrazo.

Siempre me resulta magistral tu decir, de una profundidad y sensibilidad admirable.


Saluditos.

RJL

Ya sabes sobradamente cuánto admiro tu poética. Hoy nos presentas una muestra más de ese poder creativo que atesoras.
Enhorabuena por todo.
Abrazos.
Jerónimo