Editorial Alaire

La vida es así de seria. Reírse no tiene gracia. A veces alguien muere porque la vida
es tan seria como una mañana al sol, un bandazo, una estocada.

Los hombres viajan para verse desde otra perspectiva, pero siempre se topan
con la misma efímera impresión, el mismo cuadro incontestable.

Una mañana al sol es ideal para decir adiós en la distancia, despedirse con estilo.
Los días húmedos son para vivir al abrigo, bajo techo, arropados al calor del hogar del prójimo,
hartos de vecindad medrosa y cálida. La nieve excita los sentidos, ¡es tan propicia
a la esperanza! La lluvia significa un velo que hay que descorrer. Pero un día azul,
templado y vigilante no tiene nada que ofrecer más que su espacio. Y su final.

Dicen que la muerte es rápida como una flor, cuando se corta la flor. La flor que yace
en el suelo, pisoteada y rígida, incrustada entre las páginas de un libro sagrado.
También las rosas necesitan más luz para morir.

Oh, adiós a las muchachas que bizquean la blancura de sus blusas nuevas,
gacelas embebidas de virtud. Adiós a las colinas prietas de su hierba dócil,
los caminos que se estampan contra la terquedad del bosque.

Otro día amanecerá para no ver el sol; no habrá un mañana ni será constante el viento,
ni el mar conseguirá su pasaporte al cielo encanecido. Los pájaros vendrán a sucederse iguales,
tristes como su anhelo de escapar al abrazo de la luna. El aire tendrá otra consecuencia
y el deseo excavará su tumba con las manos ardientes.

Digamos que la vida se contrae como una enfermedad hereditaria;
es preciso avenirse al pudor del olvido,
cuando el olvido ha sepultado en la memoria los años felices que nunca existieron,
exiliarse en el último andén del pensamiento, sin disculpas ni palabras mágicas,
sentirse solo en la tierra. Solo como un ciprés enojado de sí.

Esteban, un placer amigo, un poema profundo de la vida, de bellos versos, un abrazo.

Esteban, el cuadro poético es sublime; lleva muchas razones coexistiendo, dignificando, luciendo las dos caras del ser. Y tu maestría de poeta condenado a trascender (ya sabes que lo digo porque estoy convencida plenamente de ello) exhala metáforas de gran fortaleza y las acelera en la visión sanguínea; las hace materia conocida, parto natural.

"Dicen que la muerte es rápida como una flor, cuando se corta la flor. La flor que yace en el suelo, pisoteada y rígida, incrustada entre las páginas de un libro sagrado.
También las rosas necesitan más luz para morir. "

En estos versos la belleza es purificante, favorable; y se agradece ese manto de arte escrito que no dejará de vencer.

La vida como síndrome congénito y sus consecuencias predeterminantes, alusivas; en ocasiones excéntricas y poetas. Grande la esencialidad que avala.

El verso final es maravilloso, lo siento cercano, inminente, genial.

De pie para los aplausos, queridísimo amigo.

Beso grande y felices horas.

Gracias, Manuel, eres muy amable. Me alegro de que te haya gustado.

Un abrazo.

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No sé. Me abruman tus elogios, querida amiga. Por otra parte, soy consciente de que cuando publico un poema aquí estoy buscando precisamente eso, el reconocimiento de los poetas que me son queridos y a los que admiro profundamente, como es el caso, Hallie.

Un beso y gracias por tomarte tu tiempo en comentar mi poema.

Esteban

Hay muchos poemas en el poema que presentas, imágenes que impactan por su belleza y exacto
contenido, y un examen de la vida certero. Un placer leerte.
Besos
Pilar

La valentía contra esa tristeza burguesa, domesticada. Una muerte contra otra, a favor de la primera ese brillo puro del ojo y la sonrisa cuando se está a gran altura y viene la tentación de arrojarse; la súbita plenitud. A favor de la segunda la constante nostalgia de la primera muerte no consumada, el hormigueo de la poesía, el poder contarlo. Es admirable la inteligencia de la proposición. Esos últimos cuatro versos, me hacen sonreir con amargura y camaradería. Es siempre una gozada leerte, Esteban. Recibe un fuerte abrazo.

Sube para deleite de todos.

qué enorme poema y qué suerte que me encontré con él. es una apertura al entendimiento construída su textura de varios poemas que hacen uno para ver la vida con distintas luces, para ir más allá de lo escrito. felicitaciones, grandioso

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La vida es así de seria. Reírse no tiene gracia. A veces alguien muere porque la vida
es tan seria como una mañana al sol, un bandazo, una estocada.

Qué gran poema, Esteban. He destacado la primera estrofa porque me parece un arranque tremendo y formidable, pero todo el poema es magnífico. Felicidades.

Un abrazo.

[quote="Esteban Granado"]



Dicen que la muerte es rápida como una flor, cuando se corta la flor. La flor que yace
en el suelo, pisoteada y rígida, incrustada entre las páginas de un libro sagrado.
También las rosas necesitan más luz para morir.


Digamos que la vida se contrae como una enfermedad hereditaria;
es preciso avenirse al pudor del olvido,
cuando el olvido ha sepultado en la memoria los años felices que nunca existieron,
exiliarse en el último andén del pensamiento, sin disculpas ni palabras mágicas,
sentirse solo en la tierra. Solo como un ciprés enojado de sí.


Una perspectiva muy particular, Esteban, poema introspectivo y buscador muy bien trabajado.
Destaco estas dos estrofas que me han encantado y el cierre me parece un acierto pleno.
Felicidades y un abrazo.

[quote="Esteban Granado"]

Alguien ha subido este magnífico poema y me ha brindado la posibilidad de gozarlo. Sembrado de la decepción que implica el vivir, destella, sin embargo, de vivaces brotes de esperanza y serena aveniencia con la vida. Estupendo poema.
Saludos.

Gracias a todos, Hallie, Pilar, Bruno, Macedonio, Celia, Marisa y Roberto, amigos, por vuestros amables comentarios. Os ruego me disculpéis por la tardanza en la contestación. Un fuerte abrazo.

Esteban