Atentado
Publicado: Mié, 05 Mar 2014 16:24
No es que la lengua muera, no.
Pero tiene los bordes llenos de brea,
de disparos y de penumbras
que se nos van filtrando lentamente,
desde el dorso a la trémula garganta.
¡Quién te viera lejana!
¡Quién me viera correr!
Ya no cesan los ósculos siniestos
más por fuerza que por fe,
más expectantes en la luna del árbol
que se escabulle a pasos sordos.
¿Soy todavía el escaparate?
¿Arde tu voz al mencionarme a solas?
Porque la tregua armada nos envuelve,
es entonces que son las cinco
y entre tu falda bulle un cuervo blanco
y en mi silencio un fénix incesante.
Alberto Madariaga
(2014)
a Nadia
Pero tiene los bordes llenos de brea,
de disparos y de penumbras
que se nos van filtrando lentamente,
desde el dorso a la trémula garganta.
¡Quién te viera lejana!
¡Quién me viera correr!
Ya no cesan los ósculos siniestos
más por fuerza que por fe,
más expectantes en la luna del árbol
que se escabulle a pasos sordos.
¿Soy todavía el escaparate?
¿Arde tu voz al mencionarme a solas?
Porque la tregua armada nos envuelve,
es entonces que son las cinco
y entre tu falda bulle un cuervo blanco
y en mi silencio un fénix incesante.
Alberto Madariaga
(2014)
a Nadia