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Aquello era un país diminuto

Publicado: Mar, 04 Mar 2014 13:37
por Marius Gabureanu
Nos besábamos
frente a los vendedores de cicuta
que rodeaban el hipódromo.
Había una carnicería, un teatro de los cuchillos
donde el acero improvisaba el mismo acto de sacrificar
a los caballos que abandonaban la carrera.
En marzo, nos besábamos.
Una bandada de cormoranes bebía la sangre del olvido en nuestras bocas.
Palabras negras, esponjas del polvo de adolescencia.
Nos besábamos donde empezaba el reino de la sal.
La espuma roja cubría tus pies.
Los fémures estallaban en los barcos de bambú.
Las gigantes medusas de agonía se tragaban la humedad del labio impreciso
que nunca sabíamos si era mío o tuyo.
El hipódromo es un recuerdo, la ira de tus senos es un recuerdo
que a veces ignoro y a veces me ignora.
Nos besábamos con la velocidad de un caballo que huye de su muerte.
Aquello era un país diminuto
de los que se recorren en un sólo día.
Nos subíamos al tren sin boleto y nos besábamos felizmente clandestinos.
Como si no hubiera tiempo para otra cosa
y la idea de nosotros era la tardía posibilidad
de que el amor no exista.

Publicado: Mar, 04 Mar 2014 16:29
por Rosa Marzal
Tu poema da la idea del vértigo y la intensidad de ese amor que crece como una ola de espuma hacia el cielo y se precipita al abismo, pero deja una eterna huella de sangre en la arena del destino. Espléndidas imágenes. Mis felicitaciones sinceras, Marius. Abrazos.

Publicado: Mar, 04 Mar 2014 17:05
por Marius Gabureanu
Querida amiga, muchas gracias por leer el poema y hacer sentida tu valiosa presencia. Es un muy generoso comentario que me has regalado. La idea del poema es revelar una efervescencia de las reliquias del recuerdo, la intensidad del amor, como bien dices. Mis abrazos sinceros, Rosa.

Re: Aquello era un país diminuto

Publicado: Mar, 04 Mar 2014 17:09
por Julio Gonzalez Alonso
Marius Gabureanu escribió:Nos besábamos
frente a los vendedores de cicuta
que rodeaban el hipódromo.
Había una carnicería, un teatro de los cuchillos
donde el acero improvisaba el mismo acto de sacrificar
a los caballos que abandonaban la carrera.
En marzo, nos besábamos.
Una bandada de cormoranes bebía la sangre del olvido en nuestras bocas
.
Palabras negras, esponjas del polvo de adolescencia.
Nos besábamos donde empezaba el reino de la sal.
La espuma roja cubría tus pies.
Los fémures estallaban en los barcos de bambú.
Las gigantes medusas de agonía se tragaban la humedad del labio impreciso
que nunca sabíamos si era mío o tuyo.
El hipódromo es un recuerdo, la ira de tus senos es un recuerdo
que a veces ignoro y a veces me ignora.
Nos besábamos con la velocidad de un caballo que huye de su muerte.
Aquello era un país diminuto
de los que se recorren en un sólo día.
Nos subíamos al tren sin boleto y nos besábamos felizmente clandestinos.
Como si no hubiera tiempo para otra cosa
y la idea de nosotros era la tardía posibilidad
de que el amor no exista
.


Las referencias al marco de la acción se llenan de caballos que corren la carrera del tiempo por su cuenta. El amor adolescente que dura toda la vida, aunque sea la del beso de un solo día. Todo en tus poemas es imagen potente, arrollador impulso, verso que vibra cerca de la carne. No sé cómo lo haces, Marius. Te envidio. Con un abrazo.
Salud.

re: Aquello era un país diminuto

Publicado: Mar, 04 Mar 2014 17:18
por Pilar Morte
Me llegan con tus versos valiosas y hermosas imágenes que he disfrutado de principio a fin.
Felicidades por tu capacidad de trasmisión.
Besos
Pilar

Publicado: Mar, 04 Mar 2014 17:24
por Marius Gabureanu
Muchas gracias, Julio, por destacar del poema las imágenes que te han parecido significantes. A ver, creo que mi poesía es el resultado de una impotencia, del miedo a no saber si estoy en lo correcto cuando escribo. Por eso la imagen, las metáforas que me sobreviven, que intentan ser poesía a pesar de una confusa idea poética. Recibe mis abrazos, recibir tu apoyo es siempre algo que valoro, aunque no todas las veces lo merezco, me alegro mucho cuando pasa.

Publicado: Mar, 04 Mar 2014 17:26
por Hallie Hernández Alfaro
Querido amigo, el poema es hermosísimo. Además de la intensidad de sus variables profundamente líricas hay un centro distribuidor de belleza que inunda todos los versos.
Creo que pocos humanos aman como tú, y que pocos son capaces de Ser poesía elevada y rabiosamente exquisita todas las horas de su vida.

Ya nos escuchas a Rosa, a Julio y a mi aplaudiendo con fervor.

Un abrazo enorme.

re: Aquello era un país diminuto

Publicado: Mar, 04 Mar 2014 17:52
por Manuel Alonso
Hola Marius, amigo, un placer tu poema, hermoso, con versos muy originales y brillantes, a los que nos tienes acostumbrados, un abrazo.

Publicado: Mié, 05 Mar 2014 19:38
por Guillermo Cumar.
Reuerdos de amores de juventud, ambientando con fuerza y metáfora precisa

la sensación de un corazón un poco desbocado.

un abrazo

Publicado: Mié, 05 Mar 2014 19:47
por jorge muñoz
Marius. Un poema hermoso por el contenido de tus versos. El amor alcanza diversas dimensiones, pero siempre es amor y por eso vivimos para glorificar su gloria o su desgracia. Un abrazo a la distancia.

Publicado: Jue, 06 Mar 2014 0:26
por Bruno Laja
Pones los cinco sentidos en cruz, luego la haces girar. Yo la veo como una cruz encendida, ígnea, todos los sentidos ardiendo, sacrificándose para trascenderse. Creo que eso siempre está presente en tu poesía. Abrazos, amigo.

Re: Aquello era un país diminuto

Publicado: Jue, 06 Mar 2014 8:37
por Roberto López
[quote="Marius Gabureanu"]

Diseñas con tu magnánima imaginación el país de lo repentino, del amor casual y sin expectativas elevado a la máxima potencia, en definitiva de la libertad entendida siempre como algo inesperado y temporal. Ha sido un lujo leerte.
Un abrazo.

Publicado: Vie, 07 Mar 2014 11:04
por C.P. Fernández
Intenso y palpitante poema, Marius, magnífico. Me ha encantado.

Un abrazo.

Re: Aquello era un país diminuto

Publicado: Dom, 09 Mar 2014 3:50
por E. R. Aristy
Marius Gabureanu escribió:Nos besábamos
frente a los vendedores de cicuta
que rodeaban el hipódromo.
Había una carnicería, un teatro de los cuchillos
donde el acero improvisaba el mismo acto de sacrificar
a los caballos que abandonaban la carrera.
En marzo, nos besábamos.
Una bandada de cormoranes bebía la sangre del olvido en nuestras bocas.
Palabras negras, esponjas del polvo de adolescencia.
Nos besábamos donde empezaba el reino de la sal.
La espuma roja cubría tus pies.
Los fémures estallaban en los barcos de bambú.
Las gigantes medusas de agonía se tragaban la humedad del labio impreciso
que nunca sabíamos si era mío o tuyo.
El hipódromo es un recuerdo, la ira de tus senos es un recuerdo
que a veces ignoro y a veces me ignora.
Nos besábamos con la velocidad de un caballo que huye de su muerte.
Aquello era un país diminuto
de los que se recorren en un sólo día.
Nos subíamos al tren sin boleto y nos besábamos felizmente clandestinos.
Como si no hubiera tiempo para otra cosa
y la idea de nosotros era la tardía posibilidad
de que el amor no exista.


Marius, parece un film visto simultáneamente en cuatro pantallas gigantes a diferentes revoluciones y la pareja besándose en medio de una plaza, en medio de un film de Fellini. Me maravillas! Un abrazo, ERA

Publicado: Mié, 12 Mar 2014 21:45
por Macedonio Tracel
la urgencia que no encuentra lugar, el beso refugio... en cualquier caso siempre es el como. todos hemos pasado por ahi, por ese tubo confuso, la cuestión es que cuando lo dices todo puede volver a ser.