Editorial Alaire

La soledad me lleva por los túneles
de la noche sin lágrimas,
en la mirada turbia de tu olvido
al tiempo que la luz se hace mi aliada.

La espera silenciosa
convierte al animal de tu guarida
en mis huesos antiguos como el mundo.

Deambula por la Antártida
mi desnudez de agua como un árbol de hielo.

Los sonidos altivos de lo oscuro
se llenan de la lluvia
y de sus ecos
con un temblor de frío
entre las calles negras,

para sobrevivir ante la nada...


Ana Muela Sopeña

En un día o días como los que estamos viviendo por aquí, orillas de Bilbao, tu poema tiene el marco idóneo para ser leído. Con mis felicitaciones, Ana.
Salud.

En tus versos se trasluce, de forma sutil y delicada, la desolación asumida que produce la espera sin esperanza. Muy bellas imágenes y un ritmo excelente, fruto de una cuidada métrica. Una joya de poema.
Abrazos.
Jerónimo

Ana, es un poema maravilloso, desolación, belleza, me ha gustado mucho, un saludo.

Muy buenas las imágenes, Ana. Ha sido un placer leer tu poema. Abrazos.

Ha sido muy placentero recorrer tus versos en esa atmósfera fantástica, casi onírica. Mis aplausos, Ana.

Un abrazo.
Óscar

Precioso, Ana, lo he leído varias veces para disfrutar su belleza.
Besos
Pilar

Aunque la nada esté al lado del frío, la refrigerio poético
es muy gratificante a la luz de las imágenes y a la inflexión
de los sonidos.

un abrazo

Excelente poema, Ana, pleno de lucidez, ternura y ritmo. Un abrazo, amiga mía.
Mario.

Un muy buen trabajo, Ana. La atmósfera de frío y soledad está muy conseguida. Bello. Siempre me gusta pasar por lo tuyo.

Un abrazo.

Carmen

Muchas gracias, Julio, me alegra mucho verte entre mis versos.

Un abrazo
Ana

Jerónimo, agradezco enormemente tus palabras.

Un fuerte abrazo
Ana

Manuel:

Siempre me alegra que dejes tu huella entre mis letras.

Un abrazo
Ana

La noche, la oscuridad, es el paisaje de invierno donde se refugia la melancolía. Hermoso poema, Ana. Siempre es un placer transitar por tus versos. Un abrazo, amiga.