El bandoneón del sur ( EB)
Publicado: Mié, 26 Feb 2014 20:59
El bandoneón del sur
A Astor Piazzolla
¡Oh!, pasión de tango en las callecitas de Buenos Aires,
el bandoneón sur de piazzolla vuelve a su queja;
ronquido de diminutas notas en el viento Argentino.
Ilusión que es austero paisaje
mate amargo que reza la noche calavera.
¡Oh!, pasión de tango, parejas bailando en el rancho
Es el tiempo y la muerte el jirón de años
la lenta metamorfosis del genio en un salón.
Es tarde y en esta noche se duermen los grillos
el bandoneón del sur gime su sentimiento
he querido mamar la leche del tango,
he rezado bajo la lluvia y sus turbulencias.
Borges se perpetuó en límpidas secuencias del ayer
estoy llorando bajo la lluvia
quejido errante de las bailarinas del colón
petiso manso que rumia su sangre gringa
quejido de bandoneón en la pampa
salteador de violines quejosos de penumbras.
Hoy estoy solo en medio de la inmensidad
hoy el café se me enfrió de tanto sentir
hoy quiero vestirme de otario
el rezo de los bandoneones se van.
Luego vendrán las santas y sus obispos
Con las música de la calle silenciosa
¡Oh!, pasión de tango en las callecitas de Buenos Aires
te duermes bandoneón, como un niño,
te aquejas sobre las veredas y sus flores.
Hoy saldré a la pampa
Sin las lágrimas que tus venas de poeta me aquejan
Buenos Aires
A Astor Piazzolla
¡Oh!, pasión de tango en las callecitas de Buenos Aires,
el bandoneón sur de piazzolla vuelve a su queja;
ronquido de diminutas notas en el viento Argentino.
Ilusión que es austero paisaje
mate amargo que reza la noche calavera.
¡Oh!, pasión de tango, parejas bailando en el rancho
Es el tiempo y la muerte el jirón de años
la lenta metamorfosis del genio en un salón.
Es tarde y en esta noche se duermen los grillos
el bandoneón del sur gime su sentimiento
he querido mamar la leche del tango,
he rezado bajo la lluvia y sus turbulencias.
Borges se perpetuó en límpidas secuencias del ayer
estoy llorando bajo la lluvia
quejido errante de las bailarinas del colón
petiso manso que rumia su sangre gringa
quejido de bandoneón en la pampa
salteador de violines quejosos de penumbras.
Hoy estoy solo en medio de la inmensidad
hoy el café se me enfrió de tanto sentir
hoy quiero vestirme de otario
el rezo de los bandoneones se van.
Luego vendrán las santas y sus obispos
Con las música de la calle silenciosa
¡Oh!, pasión de tango en las callecitas de Buenos Aires
te duermes bandoneón, como un niño,
te aquejas sobre las veredas y sus flores.
Hoy saldré a la pampa
Sin las lágrimas que tus venas de poeta me aquejan
Buenos Aires