VOLVERAS, CUANDO LAS HORAS HABLEN.
Publicado: Lun, 24 Feb 2014 14:17
Cuando las horas hablen y regreses,
te esperarán mis manos como entonces
y sobre el manto virgen de este cuerpo
despertarán los tallos de tu nombre,
y nos veremos.
Cuando volvamos agua los intentos
y el manantial confluya en tu campiña
y tu azul de niña pinte el cielo,
repartiré de nuevo mi carne y mi palabra,
y nos querremos.
Cuando lleguemos a hacer de la pasión el juego
y el fuego nos cante y nos destruya,
cuando mi voz sea tuya apenas sin decirte
y tu sueño encuentre la salida,
cuando la vida vuelva a ver si estamos vivos
y tengamos aún excusas para herirnos y motivos para amarnos,
cuando mis manos te escuchen y aun queden latidos,
y los destinos se olviden de buscarnos,
cuando tus senos hayan florecido
y nos hayamos querido hasta matarnos…
Te seguiré esperando al abrigo de estos sueños
que tanto nos hicieron,
y tanto nos quitaron.
Te guardaré la alcoba protegida,
la caricia encendida y la pasión templada,
y un trozo de esta mar,
callada y recorrida piedra a piedra
en el recuerdo dulce de tu ausencia,
tanto tiempo,
tanta vida.
Volverás cuando la tierra oprima
y al espesura agote,
y la distancia borre mis notas de tu partitura
y no te quede amor con que olvidarme,
ni pasión que no recuerde mi pasión,
ni locura que no vuelva a mi locura…
cuando las horas hablen.
te esperarán mis manos como entonces
y sobre el manto virgen de este cuerpo
despertarán los tallos de tu nombre,
y nos veremos.
Cuando volvamos agua los intentos
y el manantial confluya en tu campiña
y tu azul de niña pinte el cielo,
repartiré de nuevo mi carne y mi palabra,
y nos querremos.
Cuando lleguemos a hacer de la pasión el juego
y el fuego nos cante y nos destruya,
cuando mi voz sea tuya apenas sin decirte
y tu sueño encuentre la salida,
cuando la vida vuelva a ver si estamos vivos
y tengamos aún excusas para herirnos y motivos para amarnos,
cuando mis manos te escuchen y aun queden latidos,
y los destinos se olviden de buscarnos,
cuando tus senos hayan florecido
y nos hayamos querido hasta matarnos…
Te seguiré esperando al abrigo de estos sueños
que tanto nos hicieron,
y tanto nos quitaron.
Te guardaré la alcoba protegida,
la caricia encendida y la pasión templada,
y un trozo de esta mar,
callada y recorrida piedra a piedra
en el recuerdo dulce de tu ausencia,
tanto tiempo,
tanta vida.
Volverás cuando la tierra oprima
y al espesura agote,
y la distancia borre mis notas de tu partitura
y no te quede amor con que olvidarme,
ni pasión que no recuerde mi pasión,
ni locura que no vuelva a mi locura…
cuando las horas hablen.