NY (EB)

[Hallie Hernández Alfaro]

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Ya he sabido que sería allí,
en el idilio de Brooklyn cuando anochece,
antes del capítulo VI de la novela que nos escribe.

Lejos queda la cabellera del antro,
la polifonía sacra,
la temprana oración de los condenados.

Tus ojos moran el trigo en mis desvelos
mientras el agua ondula sus fauces bajo el puente.

A media tarde, las letras son costura firme
en el azulado frac de la esperanza.
Leemos sin parar con las manos en sueño
como si las páginas fueran levedad íntima,
ciclón breve, anarquía posible.

Mis ojos descalzan tu figura en Central Park
mientras el césped toca la humedad del milagro.

Ah, labios del norte besando a morir,
ah, yemas de río inacabable;
he sabido que sería aquí
el luminoso final de la novela que nos vive.

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[Pilar Morte]

Me alegra en llegar la primera para aplaudir el lirismo que desprende este hermosísimo poema.
Calidad en tu obra, como siempre
Besos
Pilar

[Carmen López]

Hermoso escenario, para el amor Hallie, aunque, para el amor no necesite de escenarios. Bello, bien hallado, bien conseguido ese rostro con ciudad que vive del milagro.

Abrazotes y felicidad para ti.

Carmen

[Manuel Alonso]

Amiga Hallie, otro hermoso poema que nos ofreces a los ojos del alma, como un obsequio de lujo, letras de costura firme, como tú bien dices amiga, gracias, un saludo.

[Julio Gonzalez Alonso]

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Ya he sabido que sería allí,
en el idilio de Brooklyn cuando anochece,
antes del capítulo VI de la novela que nos escribe.

Lejos queda la cabellera del antro,
la polifonía sacra,
la temprana oración de los condenados.

Tus ojos moran el trigo en mis desvelos
mientras el agua ondula sus fauces bajo el puente.

A media tarde, las letras son costura firme
en el azulado frac de la esperanza.
Leemos sin parar con las manos en sueño
como si las páginas fueran levedad íntima,
ciclón breve, anarquía posible.

Mis ojos descalzan tu figura en Central Park
mientras el césped toca la humedad del milagro.

Ah, los labios inflamados del norte,
ah, sus yemas de río inacabable;
ya hemos sabido que sería aquí
el luminoso final de la novela que nos vive.


.

La vida y el amor en las páginas de las calles de la ciudad, en el relfejo de los semáforos, en el viento del norte y en las caricias. Una novela acercándose a su final abierto, incierto, prometedor, irrepetible. Con un abrazo.
Salud.

[E. R. Aristy]

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Ya he sabido que sería allí,
en el idilio de Brooklyn cuando anochece,
antes del capítulo VI de la novela que nos escribe.

Lejos queda la cabellera del antro,
la polifonía sacra,
la temprana oración de los condenados.

Tus ojos moran el trigo en mis desvelos
mientras el agua ondula sus fauces bajo el puente.

A media tarde, las letras son costura firme
en el azulado frac de la esperanza.
Leemos sin parar con las manos en sueño
como si las páginas fueran levedad íntima,
ciclón breve, anarquía posible.

Mis ojos descalzan tu figura en Central Park
mientras el césped toca la humedad del milagro.

Ah, los labios inflamados del norte,
ah, sus yemas de río inacabable;
ya hemos sabido que sería aquí
el luminoso final de la novela que nos vive.


.

El escenario si cuenta en la composición artística y política. Amores en NY es sin duda la dulzura que nos salva del desempleo, del crimen, de los «biles» (pagos), y de la renta. Jajaja. Pero este poema es hermoso en cualquier lugar, en cualquier tiempo, su lirismo conmueve y suscita las emociones
más bellas. Abrazos, Hallie. ERA

[Guillermo Cumar.]

Descansa y se relaja en NY este poema magnífico en el que revive
la sensualidad y un énfasis de poesia se erige como dosificación,
imagen y metáfora.

Aunque no es lo mejor para soñar una gran ciudad, aquí se funde tu poesía
en afanes novelescos de imaginación e ingenio.

un abrazo

[Gerardo Mont]

Hallie, es toda una experiencia leerte. Es imposible no involucrar los sentimientos, hacer que no tiemblen en el pecho y también es imposible no admirar tu talento. Como le decía a Jerónimo, a ti también te digo, te mueves en el mero corazón de este arte, yo tiendo hacia sus límites (cada vez más amplios para mí) y aunque me siento bien, cuánto admiro lo que logras (que a mi no se me da). Aplausos de pie y ese abrazo sincero para tí y los tuyos, que entre los pocos que me nacen me recuerda que quizás aún vivo.

[Hallie Hernández Alfaro]

Me alegra en llegar la primera para aplaudir el lirismo que desprende este hermosísimo poema.
Calidad en tu obra, como siempre
Besos
Pilar

Querida Pilar, te agradezco un montón tu palabra llena de afecto y generosidad.

Beso grande.

[Hallie Hernández Alfaro]

Hermoso escenario, para el amor Hallie, aunque, para el amor no necesite de escenarios. Bello, bien hallado, bien conseguido ese rostro con ciudad que vive del milagro.

Abrazotes y felicidad para ti.

Carmen

Muchas gracias por tu huella que tanto valoro, Carmen.
Escenarios, fondos, no sé , algunos son inherentes a la historia misma y difíciles de separar.

Abrazo enorme.

[Vicente Fernández-Cortés]

Hallie, me encanta cómo escribes. A mí también me ha inspirado el skyline de N.Y.

Un beso, poeta.

[Hallie Hernández Alfaro]

Amiga Hallie, otro hermoso poema que nos ofreces a los ojos del alma, como un obsequio de lujo, letras de costura firme, como tú bien dices amiga, gracias, un saludo.

Manuel, te agradezco un montón la amabilidad de tu comentario.

Salud y felicidad.

[Hallie Hernández Alfaro]

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Ya he sabido que sería allí,
en el idilio de Brooklyn cuando anochece,
antes del capítulo VI de la novela que nos escribe.

Lejos queda la cabellera del antro,
la polifonía sacra,
la temprana oración de los condenados.

Tus ojos moran el trigo en mis desvelos
mientras el agua ondula sus fauces bajo el puente.

A media tarde, las letras son costura firme
en el azulado frac de la esperanza.
Leemos sin parar con las manos en sueño
como si las páginas fueran levedad íntima,
ciclón breve, anarquía posible.

Mis ojos descalzan tu figura en Central Park
mientras el césped toca la humedad del milagro.

Ah, los labios inflamados del norte,
ah, sus yemas de río inacabable;
ya hemos sabido que sería aquí
el luminoso final de la novela que nos vive.


.

La vida y el amor en las páginas de las calles de la ciudad, en el relfejo de los semáforos, en el viento del norte y en las caricias. Una novela acercándose a su final abierto, incierto, prometedor, irrepetible. Con un abrazo.
Salud.

Hermoso tu reflejo, Julio. Muchísimas gracias por acompañar mi modesto intento.
He cambiado algo en la última estrofa, creo que se acerca más a la idea que tuve cuando escribía NY.

Abrazos y felicidad.

[Hallie Hernández Alfaro]

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Ya he sabido que sería allí,
en el idilio de Brooklyn cuando anochece,
antes del capítulo VI de la novela que nos escribe.

Lejos queda la cabellera del antro,
la polifonía sacra,
la temprana oración de los condenados.

Tus ojos moran el trigo en mis desvelos
mientras el agua ondula sus fauces bajo el puente.

A media tarde, las letras son costura firme
en el azulado frac de la esperanza.
Leemos sin parar con las manos en sueño
como si las páginas fueran levedad íntima,
ciclón breve, anarquía posible.

Mis ojos descalzan tu figura en Central Park
mientras el césped toca la humedad del milagro.

Ah, los labios inflamados del norte,
ah, sus yemas de río inacabable;
ya hemos sabido que sería aquí
el luminoso final de la novela que nos vive.


.

El escenario si cuenta en la composición artística y política. Amores en NY es sin duda la dulzura que nos salva del desempleo, del crimen, de los «biles» (pagos), y de la renta. Jajaja. Pero este poema es hermoso en cualquier lugar, en cualquier tiempo, su lirismo conmueve y suscita las emociones
más bellas. Abrazos, Hallie. ERA

Muy generoso todo lo que dices, querida Roxane. Gracias por tu presencia valiosa y tu gran apoyo a mis letritas.

Abrazos, salud y felicidad.