Editorial Alaire

No puedo terminar este poema,
en un gesto suicida
la tinta no me quiere obedecer,
con un halo mecánico
el papel se arruga cuando escribo,
me desespera como un lienzo blanco.
Me levanto y me sirvo otra taza de café
que sueñe mis decires,
se me acerca el gato para que lo acaricie
esperando una ternura,
me descalzo y pierdo una zapatilla,
me rasco con la mano las costillas,
paseo la otra en mi cabeza,
desde la cocina se escuchan mis suspiros,
en voz baja, maldigo,
no, no puedo terminar este poema,
no aguanta -en el silencio- que te piense,
yo quisiera escribir tus ojos,
yo quisiera escribir tu nuca,
quisiera escribir la forma de tus manos,
cualquier paisaje de tu piel,
recoger el aire diminuto de tus cejas,
cualquier memoria menuda que me sirva,
apelar a cualquier lirismo,
pero, no puedo terminar este poema,
no se deja,
es un silencio grande, elocuente, desmesurado,
este folio blanco que incluye despedidas.

Carmen es un poema magnífico, de verdad, me ha entusiasmado, es hermoso, gracias amiga, un saludo.

La belleza depara su corazón más intenso a estas letras, querida Carmen.

Un abrazote y felicidad.

Magnífico despliegue de una pasión atormentada. La reiteración anafórica es un recurso que nunca falla. Le otorga ese machaque eufórico que lo hace creíble. Me ha gustado el tema. Siempre encuentras temas originales que desarrollar. Eso me gusta mucho de ti. No eres de repetir tópicos, experiencias comunes. Te aplaudo, amiga.

Un abrazo.
Óscar

Esa sensación de que el poema no basta es dolorosa, pero es cuando más cerca se está de lo propio. Cuando no se puede construir porque no hay construcción posible, porque todo está con el nervio al aire, desnudo, gritando. Yo creo que así nace el arte. Abrazo grande.

Manuel Alonso escribió:Carmen es un poema magnífico, de verdad, me ha entusiasmado, es hermoso, gracias amiga, un saludo.

Manuel, amigo, me alegra que te guste el poema, tu presencia en él, que te agradezco.

Te dejo un abrazo.

Carmen

Qué bien se te ve y se te siente en este poema, cómo recorre el tiempo tus decires inquietos.
Preciosos versos que aplaudo.
Abrazos
Pilar

Precioso Poema, compañera, que abarca toda esa desesperación que va más allá de lo no pronunciable.

Cuando las palabras no alcanzan es, posiblemente, cuando la Poesía entra en escena. Por eso este Poema se levanta y grita su silencio, asume esa derrota que a todos nos arrolla. Ese saber que nada es suficiente.

Escribes muy bien, Carmen.

Un abrazote.

Para gozar de inspiración es necesaria la tranquilidad de espíritu y pluma.
No desesperes, que todo llega. Acaricia al gato y a la soledad y déjalos que
se inmiscuyan en tus silencios.

Me introduje en tu poema, y comprendí tu poético sentir desesperado, amiga.

un abrazo

Carmen López escribió:No puedo terminar este poema,
en un gesto suicida
la tinta no me quiere obedecer,
con un halo mecánico
el papel se arruga cuando escribo,
me desespera como un lienzo blanco.
Me levanto y me sirvo otra taza de café
que sueñe mis decires,
se me acerca el gato para que lo acaricie
esperando una ternura,
me descalzo y pierdo una zapatilla,
me rasco con la mano las costillas,
paseo la otra en mi cabeza,
desde la cocina se escuchan mis suspiros,
en voz baja, maldigo,
no, no puedo terminar este poema,
no aguanta -en el silencio- que te piense,
yo quisiera escribir tus ojos,
yo quisiera escribir tu nuca,
quisiera escribir la forma de tus manos,
cualquier paisaje de tu piel,
recoger el aire diminuto de tus cejas,
cualquier memoria menuda que me sirva,
apelar a cualquier lirismo,
pero, no puedo terminar este poema,
no se deja,
es un silencio grande, elocuente, desmesurado,
este folio blanco que incluye despedidas.

Precioso Carmen, me encantó : «yo quisiera escribir tus ojos...», quizá es no solo «inagotable» el poema, pero, inalcanzable. En eso precisamente es que es poesía. Abrazos, ERA

Carmen López escribió:No puedo terminar este poema,
en un gesto suicida
la tinta no me quiere obedecer,
con un halo mecánico
el papel se arruga cuando escribo,
me desespera como un lienzo blanco.
Me levanto y me sirvo otra taza de café
que sueñe mis decires,
se me acerca el gato para que lo acaricie
esperando una ternura,
me descalzo y pierdo una zapatilla,
me rasco con la mano las costillas,
paseo la otra en mi cabeza,
desde la cocina se escuchan mis suspiros,
en voz baja, maldigo,
no, no puedo terminar este poema,
no aguanta -en el silencio- que te piense,
yo quisiera escribir tus ojos,
yo quisiera escribir tu nuca,
quisiera escribir la forma de tus manos,
cualquier paisaje de tu piel,
recoger el aire diminuto de tus cejas,
cualquier memoria menuda que me sirva,
apelar a cualquier lirismo,
pero, no puedo terminar este poema,
no se deja,
es un silencio grande, elocuente, desmesurado,
este folio blanco que incluye despedidas.

Me ha gustado tu desesperación, tu ganas. Un saludo.

Y cuantas veces no podemos y nos quedamos ahí, dejándonos mirar por el papel. Grande lo tuyo.
Un abrazo.
Pepa

Un excelente poema. Cuando las palabras no llegan al papel, es por que están en el aire buscando la salida de esa cárcel que a todos nos encarcela. Es incomprensible, eso presupone que hay algo comprensible. Felicidades, amiga.

Un abrazo desde México, hasta Barcelona.

José Manuel F. Febles

Hallie Hernández Alfaro escribió:La belleza depara su corazón más intenso a estas letras, querida Carmen.

Un abrazote y felicidad.

Gracias, Hallie, por pasarte a comentar, por tu mirada.

Un abrazote y toda la felicidad para ti.

Carmen

Óscar Distéfano escribió:Magnífico despliegue de una pasión atormentada. La reiteración anafórica es un recurso que nunca falla. Le otorga ese machaque eufórico que lo hace creíble. Me ha gustado el tema. Siempre encuentras temas originales que desarrollar. Eso me gusta mucho de ti. No eres de repetir tópicos, experiencias comunes. Te aplaudo, amiga.

Un abrazo.
Óscar

Gracias Óscar, no se si es pasión atormentada, no me siento así, pero así salió el poema. Los temas que tomo están en la vida, son sencillos y directos, emocionales, a veces creo que sólo transcribo lo que veo o siento, como si fuera un gesto. Gracias, compañero, gracias amigo, sabes que aprecio en mucho tu presencia entre mis cosas.

Un fuerte abrazo.

Carmen