Editorial Alaire

Mina secreta entre el párpado y el ojo,
agua platónica del beso que finge el muerto
si se cae de su peso y su figura y sigue amando agotando reflejos,
extirpándole al sol nuevas composiciones de la luz
a través de un millón de lentes. El muerto
hablando despacio para que cada palabra pueda comprenderle,
que no se vaya, toque madera, toque aire,
cumpla con los órganos del mundo y a nadie le susurre:
esas nanas circulares van a salirse de la negra jalea atemporal,
van a poner su huella en la superficie de modo que podrá decirse
(alguien podrá despegar los labios contra la piel de lo que está mirando):
di lo que quieras, pero tu cuerpo más real es ese
que no transcurre pero te hunde la mejilla si le aprietas el tórax al cielo
cuando levantas una piedra con la mirada y ves salir corriendo
una sombra,
Una Sombra,
dos sombras,
tres,
dos, Una
culebra cobriza que se deja mesar la lengua,
que te deja peinarte con su lengua y le contagia al cuerpo la ese de las resurrecciones;
porque estás en una de esas cajas de mago
que dividen la imagen para multiplicar la presencia.
Mina secreta como una mujer pestañeando en su sarcófago celeste,
frunciendo un ojo y otro y otro y otro
hasta que levantas la mano y la mano se deshace
( con un dedo se tapa el sol, con una mano su nacimiento),
y sacas la lengua y se desprende y queda
su burla como una ley amable que sacara los brazos como una montaña si pudiese hacerlo
sin dislocar la tierra ya pisada, y te diera la forma que gastaste
para ir desovillándola tranquilamente, sin presión esta vez,
hacia arriba,
hacia el fondo .

Sombra de iris que espía la floración de lo eterno. Se descose la inmensidad en sus tonos más hermosos. Refractada la incidencia del poema suspendido, del poema abierto, de sus cristales platónicos...

Ni te imaginas cómo me ha gustado; gracias por compartir, poeta nuestro.

Abrazos y felicidad.

Tú no te imaginas cómo me ha dejado eso que has dicho, poeta nuestro. Es muy grande, y me ha emocionado. Toda la felicidad para ti, Hallie, y un abrazo profundo, lleno de mi gratitud y afecto.

Me gusta adentrarme en tu poema y detenerme en cada verso pues son como poemas.
Un placer seguirte.
Besos
Pilar

Hola amigo, un poema magnífico, haces un recorrido lírico extraordinario, me ha gustado mucho, gracias, un abrazo.

di lo que quieras, pero tu cuerpo más real es ese
que no transcurre pero te hunde la mejilla si le aprietas el tórax al cielo
cuando levantas una piedra con la mirada y ves salir corriendo
una sombra,
Una Sombra,
dos sombras,
tres,
dos, Una
culebra cobriza que se deja mesar la lengua,
que te deja peinarte con su lengua y le contagia al cuerpo la ese de las resurrecciones;
porque estás en una de esas cajas de mago
que dividen la imagen para multiplicar la presencia.
Mina secreta como una mujer pestañeando en su sarcófago celeste,
frunciendo un ojo y otro y otro y otro
hasta que levantas la mano y la mano se deshace
( con un dedo se tapa el sol, con una mano su nacimiento),
y sacas la lengua y se desprende y queda
su burla como una ley amable que sacara los brazos como una montaña si pudiese hacerlo
sin dislocar la tierra ya pisada, y te diera la forma que gastaste
para ir desovillándola tranquilamente, sin presión esta vez,
hacia arriba,
hacia el fondo.

Un poema que es necesario leer varias veces para apreciar toda su complejidad sensitiva, inquietante y evocadora, habitada de sombras, reflejos, inexistencias dependientes de estímulos que son consecuencia de otros funcionando en cadena. Todo ello expresado en un lenguaje poético atrevido y transgresor.

Todo un placer de lectura, querido amigo.

Bruno Laja escribió:Mina secreta entre el párpado y el ojo,
agua platónica del beso que finge el muerto
si se cae de su peso y su figura y sigue amando agotando reflejos,
extirpándole al sol nuevas composiciones de la luz
a través de un millón de lentes. El muerto
hablando despacio para que cada palabra pueda comprenderle,
que no se vaya, toque madera, toque aire,
cumpla con los órganos del mundo y a nadie le susurre:
esas nanas circulares van a salirse de la negra jalea atemporal,
van a poner su huella en la superficie de modo que podrá decirse
(alguien podrá despegar los labios contra la piel de lo que está mirando):
di lo que quieras, pero tu cuerpo más real es ese
que no transcurre pero te hunde la mejilla si le aprietas el tórax al cielo
cuando levantas una piedra con la mirada y ves salir corriendo
una sombra,
Una Sombra,
dos sombras,
tres,
dos, Una
culebra cobriza que se deja mesar la lengua,
que te deja peinarte con su lengua y le contagia al cuerpo la ese de las resurrecciones;
porque estás en una de esas cajas de mago
que dividen la imagen para multiplicar la presencia.
Mina secreta como una mujer pestañeando en su sarcófago celeste,
frunciendo un ojo y otro y otro y otro
hasta que levantas la mano y la mano se deshace
( con un dedo se tapa el sol, con una mano su nacimiento),
y sacas la lengua y se desprende y queda
su burla como una ley amable que sacara los brazos como una montaña si pudiese hacerlo
sin dislocar la tierra ya pisada, y te diera la forma que gastaste
para ir desovillándola tranquilamente, sin presión esta vez,
hacia arriba,
hacia el fondo .

Un poema inquietante. Quizá la sombra revela todo lo que tapa el sol. Es un poema que merece varias lecturas «hacia el fondo» . Un lujo leerte, Bruno. Abrazos, ERA

Pilar,gracias por tus generosas palabras,siempre es una alegría tu presencia
Abrazos


Manuel,te agradezco mucho.Recibe un fuerte abrazo.

Ferreiro, muchas gracias por tu atención y consideración.Recibe un fuerte abrazo,amigo.

ERA,lo que es un lujo es tu presencia,tus palabras.Abrazos.

·El asombro ante lo que viene desde dentro y desde detrás de las cosas. Me ha gustado desleírme en tus versos.
Un abrazo.
Pepa

Pepa,te agradezco mucho,desleírse,sí, eso fue escribirlo.Gracias y un fuerte abrazo

di lo que quieras, pero tu cuerpo más real es ese
que no transcurre pero te hunde la mejilla si le aprietas el tórax al cielo
cuando levantas una piedra con la mirada y ves salir corriendo
una sombra,
Una Sombra,
dos sombras,

Elijo estos versos porque para mí tienen una extraordinaria profundidad. Un poema fascinante, Bruno. Siempre me maravilla leerte, amigo. Un fuerte abrazo.

Bruno Laja escribió:Mina secreta entre el párpado y el ojo,
agua platónica del beso que finge el muerto
si se cae de su peso y su figura y sigue amando agotando reflejos,
extirpándole al sol nuevas composiciones de la luz
a través de un millón de lentes. El muerto
hablando despacio para que cada palabra pueda comprenderle,
que no se vaya, toque madera, toque aire,
cumpla con los órganos del mundo y a nadie le susurre:
esas nanas circulares van a salirse de la negra jalea atemporal,
van a poner su huella en la superficie de modo que podrá decirse
(alguien podrá despegar los labios contra la piel de lo que está mirando):
di lo que quieras, pero tu cuerpo más real es ese
que no transcurre pero te hunde la mejilla si le aprietas el tórax al cielo
cuando levantas una piedra con la mirada y ves salir corriendo
una sombra,
Una Sombra,
dos sombras,
tres,
dos, Una
culebra cobriza que se deja mesar la lengua,
que te deja peinarte con su lengua y le contagia al cuerpo la ese de las resurrecciones;
porque estás en una de esas cajas de mago
que dividen la imagen para multiplicar la presencia.
Mina secreta como una mujer pestañeando en su sarcófago celeste,
frunciendo un ojo y otro y otro y otro
hasta que levantas la mano y la mano se deshace
( con un dedo se tapa el sol, con una mano su nacimiento),
y sacas la lengua y se desprende y queda
su burla como una ley amable que sacara los brazos como una montaña si pudiese hacerlo
sin dislocar la tierra ya pisada, y te diera la forma que gastaste
para ir desovillándola tranquilamente, sin presión esta vez,
hacia arriba,
hacia el fondo .

Como dicen otros foristas, me parece un poema de belleza inquietante. Me ha gustado mucho