Editorial Alaire

Nadie se desintegra en el polvo
ni se esfuma en la niebla,
no es posible. Intuyo a veces
que junto a las palabras inequívocas,
en simultáneo concierto
con los mensajes acordados
en que nos confundimos mutuamente,
tiemblan pequeños terremotos
de un lejano tecleo interestelar.
Aclaraciones nos perturban,
nos alejan los gestos reconciliadores.
Todo es casual
y obedece a las normas de lo súbito,
por más que en los murales
de la interrelación nos empeñemos
en encontrar lazos y nudos,
tejidos, redes. La maraña
del caos
resume su rotunda impenetrabilidad
en el ruido del tráfico,
en la insaciable angustia
del sexo desbocado,
en la complicidad callada
del orden tabernario.

Las relaciones interpersonales son algo sumamente complejo y a menudo incontrolable. Me ha parecido interesante el poema, será una buena aportación al libro. Un abrazo.

Roberto, este trabajo es muy potente; la temática de la casualidad/causalidad me ocupa mucho; me ha encantado verla tan sabiamente resuelta en la voz de tus versos.

Me levanto del sillón para los aplausos, querido compañero.

Abrazo y felicidad.

Aplausos para este acercamiento poético a las preguntas e incertidumbres que nos cercan.
Un abrazo.
Pepa

En tus últimos trabajos, amigo Roberto, noto que has cambiado tu registro multimétrico para adentrarte en cierta polimetría imparisílaba, lo cual me resulta curioso porque, por ejemplo, un servidor intenta ir en sentido contrario, aunque no me extraña puesto que ambas posturas fundamentalmente significan evolución. No es que yo me decante por una versificación u otra, ¡qué va! Al contrario, me gusta trabajarlo todo; en fin, viene a cuento, porque el rollo de la evolución es más terco que una mula.

En cuanto a tu poema, me parece el trabajo de un autor con fundamentos muy claros. Se puede estar más o menos inspirado, pero siempre hay una inteligente propuesta conceptual que simboliza los interiores que externizan los humanos.

Ha sido un placer leerte. Felicidades por el poema, me ha gustado, compañero.
Un cordial abrazo.

Es placentero deslizarse por tus hermosos versos, hacerse contigo tanta pregunta.
Besos
Pilar

Hola amigo, me h agustado mucho el poema, todo es casual dices, es cierto, hasta la belleza de estos versos tuyos, gracias, un abrazo.

Una excelente entrega para el libro, amigo Roberto. Un poema que nos recuerda la ley básica por la que todo acontece, la casualidad.
Comentaba hoy con mi mujer que los documentales de la naturaleza y la moral ética y estética que acertadamente los acompaña, alaban la belleza de la vida y su intrincada interdependencia, la casualidad de que ocurriera aquí en la Tierra toda esto… esta sublime belleza y la terrible tragedia de perderlo todo, pero estos son nada más que prespectivas y valores humanos. Nada, realmente, es importante. A los elementos que conforman la materia tanto les da repetirse en formas vitales complejas más o menos parecidas, estar unidos formando materia más simple, la llamada inorgánica, o permanecer aislados, sin negociar con nadie, como por ejemplo los gases nobles. Los elementos solo buscan estabilidad, buscan tener completa la última órbita con sus electrones correspondientes, nada más ni nada menos… y aquí, en la Tierra, siempre, siempre por casualidad dieron con una manera muy compleja de lograrlo, mediante la materia orgánica, pero si esta desapareciera.. como parece ser que puede ocurrir y ya ha ocurrido a lo largo de la historia del Universo, encontrarían otra manera, siempre casual, de lograr esa tan deseada estabilidad.
No me entristece esta desoladora visión de la realiad, ni debería entriscernos a ninguno. Debemos disfrutar la vida consciente que nos ha tocado en suerte y casualidad, y afinar, cuidar y dar la máxima brillantez a todos los sentidos y sensaciones que nuestro cuerpo (también la mente va incluída) nos pueda ofrecer. Nuestra búsqueda como individuos conscientes no son los 8 electones famosos, sino la belleza y felicidad en todas sus posibles expresiones.

Perdona por el rollo.. pero bueno… yo lo veo así

Un abrazo

Ramón Carballal escribió:Las relaciones interpersonales son algo sumamente complejo y a menudo incontrolable. Me ha parecido interesante el poema, será una buena aportación al libro. Un abrazo.

Sobre todo, teniendo en cuenta que todo proyecta su propia sombra de lo opuesto y de lo paradójico. Gracias, Ramón.
Un abrazo.

Maravilloso poema.
Después de los valiosos comentarios de J. J. y demás compañeros/as, poco se puede añadir. Sobre todo porque nuestra ignorancia de seres humanos no nos permite adivinar la trayectoria que seguirá esta tendencia anómala de la entropía que es la vida. Pero el poeta (y un poeta de corazón, como tú) siempre tendrá “razones que la razón no entiende”.
Permíteme felicitarte por este texto en el que se dan la mano la poesía, la ciencia, la filosofía y… la belleza.
Un abrazo.
Jerónimo

La maraña
del caos
resume su rotunda impenetrabilidad
en el ruido del tráfico,
en la insaciable angustia
del sexo desbocado,
en la complicidad callada
del orden tabernario.

Un poema escrito con esa maestría fina y de "seria" ironía inteligente que caracteríza tu poesía. La hipocresía es la cualidad más real que subyace en el fondo de todas las relaciones humanas, unas veces más y otras menos, pero siempre "mentimos"; realmente somos salvajemente egocéntricos.

Un abrazo, amigo Roberto

Y yo por azar (o no) he tropezado con estos magníficos y reflexivos versos. Un abrazo, Roberto.

El orden lo pusiste tu en la belleza del poema. Si es casualidad que
ahora te lea acertaste en descubrir que cómplice soy al darte paso

un abrazo

Hallie Hernández Alfaro escribió:Roberto, este trabajo es muy potente; la temática de la casualidad/causalidad me ocupa mucho; me ha encantado verla tan sabiamente resuelta en la voz de tus versos.

Me levanto del sillón para los aplausos, querido compañero.

Abrazo y felicidad.

Lo has definido/resumido perfectamente, Hallie. Algo nos ocurre e inmediatamente pasa a determinarnos de alguna manera. Saludos.

ROBERTO LÓPEZ escribió:Nadie se desintegra en el polvo
ni se esfuma en la niebla,
no es posible. Intuyo a veces
que junto a las palabras inequívocas,
en simultáneo concierto
con los mensajes acordados
en que nos confundimos mutuamente,
tiemblan pequeños terremotos
de un lejano tecleo interestelar.
Aclaraciones nos perturban,
nos alejan los gestos reconciliadores.
Todo es casual
y obedece a las normas de lo súbito,
por más que en los murales
de la interrelación nos empeñemos
en encontrar lazos y nudos,
tejidos, redes. La maraña
del caos
resume su rotunda impenetrabilidad
en el ruido del tráfico,
en la insaciable angustia
del sexo desbocado,
en la complicidad callada
del orden tabernario.

En el todo o nada que emerge de la existencia misma ... puro misterio, se
haya el "desmentido" de lo que se creyó
sagrado e inapelable, tan místico como la fe que lo ha movido.

Un poema intimista de carácter reflexivo que da para charlar y mucho... Un placer, poeta, pasear por tus contundentes letras.

mi abrazo amigo

Mitsy