Editorial Alaire

Si pudiera ser todo, todo lo sería,
-así le dije a mamá yo un día.
Otra vez quise ser el agua cristalina
que con su pasar eterno define la roca.
El río interminable que lava mi alma.

Ya dije de los atardeceres circulares;
de los anillos que encierran el amor infinito;
de los espejos del alma, de los ojos,
de las voces interiores que lo reflejan todo...

Yo he dejado pedazos de mí por doquier.
En los setentas, una gran parte de mi quedó en Chile...
En cada mal paso que he dado, otros pedacitos
se desprenden del alma, hasta quedar seca.

Volveré al río que desemboca temeroso
ante el inmenso mar de la vida.
Repondré el alma adolorida, atiborrarla de amor,
insaciable amor, reconstruiré la ternura,
vestirse uno de justicia, para aprender a ser justo.

Si pudiera ser todo, lo sería...

Ya te dije, mujer, si se pudiera volver
a rehacer la vida, sería poeta.

Carlos buen trabajo, es un poema magnífico, te felicito, un abrazo.

En este inmenso poema, ya demuestras que no has dejado de serlo en ningún momento. Eres un excelente poeta. Mis felicitaciones.

Un cordial abrazo.

José Manuel F. Febles

Magnífico, Carlos. Una belleza.

Felicitaciones
Un abrazo
Ana

La poesía es un veneno que cuando nos enamora es para siempre. Hermoso poema que traza
signos de los tropiezos de la vida. Me gustó recorrer tus versos
Abrazos
Pilar

Suscribo enfáticamente lo que dice Pilar. Veneno, monstruo, eso que está al fondo del cansancio. Abrazos, Carlos.

Carlos Aristy escribió:Si pudiera ser todo, todo lo sería,
-así le dije a mamá yo un día.
Otra vez quise ser el agua cristalina
que con su pasar eterno define la roca.
El río interminable que lava mi alma.

Ya dije de los atardeceres circulares;
de los anillos que encierran el amor infinito;
de los espejos del alma, de los ojos,
de las voces interiores que lo reflejan todo...

Yo he dejado pedazos de mí por doquier.
En los setentas, una gran parte de mi quedó en Chile...
En cada mal paso que he dado, otros pedacitos
se desprenden del alma, hasta quedar seca.

Volveré al río que desemboca temeroso
ante el inmenso mar de la vida.
Repondré el alma adolorida, atiborrarla de amor,
insaciable amor, reconstruiré la ternura,
vestirse uno de justicia, para aprender a ser justo.

Si pudiera ser todo, lo sería...

Ya te dije, mujer, si se pudiera volver
a rehacer la vida, sería poeta.

Me emociona la forma en que reanudas tu voto a la vida, a la poesía. Un fuerte abrazo hoy y siempre, Carlos. ERA